Notable película dirigida por el talentoso director Wolfang Petersen e interpretada por actores sobresalientes como el veterano Kurt Russell o el atractivo Josh Lucas.

Todo empieza como una maravillosa nochevieja en dónde el champán y la música son el alma de la fiesta y del nuevo año. A posteriori de hacer la cuenta atrás para dar el fin al 31 de diciembre, una gigantesca ola viene de sopetón del lado izquiedo del barco y lo pone del revés; gracias al aire acumulado dentro, que hace de burbuja, el buque se sostiene en la superficie dejando al descubierto las hélices y toda la parte que cuando se navega no podemos ver.

El caos invade a la gente y no se sabe lo que pasará. Pero un grupo minoritario de gente luchará para escapar de ese infierno y encontrar una salida, todo ello obviando las órdenes que el capitán ha dado a la tripulación de permanecer en la gran sala y esperar a ser rescatados por otro barco.

El caso es que estas personas harán esfuerzos sobre-humanos para escapar subiendo hasta la parte superior del barco (o la inferior si el barco no estuviera del revés).

Los efectos especiales son increíbles y, como no, los efectos sonoros. Buenas interpretaciones desde el más anciano hasta el más joven del reparto. Agua por todas partes y el corazón a cien. El espectador es como si se metiera en la pantalla y al cuerpo le invade una gran claustrofobia como la que actores y actrizes sufren.

Véanla para disfrutar del celuloide en estado de acción y de adrenalina al 100% como pocos films bien hechos nos ofrecen, con tensión en todo momento, con miedo, con angustia, con suspense, con todos los ingredientes que se puedan pedir y algo más si cabe.

Un final espectacular para una película espectacular que deja un buen sabor de boca y en dónde 97 minutos cunden más de lo que parece. Muy recomendable. La película perfecta para este perfecto verano!