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Voto de Caith_Sith:
4
Drama Kim Ki-duk ha rodado íntegramente en Europa su nueva película. Su cámara sigue la extraña e inquietante odisea de una joven coreana que llega a París en busca de una persona a la que tiene que seguir hasta Venecia y Avignon. Un misterioso personaje que se oculta tras una máscara antigas la sigue a todas partes y la acosa sin cesar... (FILMAFFINITY)
17 de septiembre de 2011
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de un tiempo de parón, Kim-Ki Duk ha vuelto a la actualidad en 2011 con dos largometrajes. "Amen" es el último en estrenarse internacionalmente (Arirang pasó por Cannes y se fue con premio importante bajo el brazo) y marca un nuevo inicio para la carrera del director surcoreano, o más bien parece un intento por regresar a la captura de la no-ficción presente en su primera etapa (aquella que terminó con "La isla" y que dejó títulos como "Crocodile" o "Real Fiction"). Irregular pero interesante, con algún momento aislado fantástico pero en general bastante tibia, la película sigue el viaje que realiza una joven coreana en busca de un hombre. Como en "Real Fiction", el realizador introduce un personaje que actúa en paralelo a ella, persiguiéndola, haciendo que el juego del gato y el ratón funcione más bien como una metáfora (bastante sencillota) en la que vemos cómo eso que busca en realidad lo que hace es perseguirla y estar presente en todo momento, por mucho que para alcanzar su objetivo intente viajar de un lado a otro.

Rodada cámara en mano, con pocos medios, ausencia (casi) total de música y diálogos muy puntuales, "Amen" funciona sólo en momentos escasos aunque puede verse que detrás de las imágenes se encuentra un director con necesidad de contar algo, aunque para ello dilate la duración (podría ser un cortometraje) y opte por una serie de recursos un poco discutibles. Y eso que apenas dura una hora y diez minutos, pero se notan. En su pase de prensa en San Sebastián fue recibida con apenas aplausos y no me extraña: sin ser un bodrio, desde luego tampoco pone demasiado de su parte para meterse al público en el bolsillo. Y los experimentos que ha realizado el realizador con anterioridad han salido mejor parados, como por ejemplo sucede en el caso de "El arco". Esperemos que Ki-Duk vuelva a sorprender en el futuro y que podamos reencontrarnos con aquel autor surcoreano que nos aceleró el pulso con películas como "Address Unknown", nos emocionó con otras como "Hierro 3" o nos hizo sufrir junto a sus protagonistas en largometrajes del calado de "Samaritan Girl".
Caith_Sith
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