El fabuloso comienzo de la película hacía pensar al espectador que era una indiscutida obra maestra pero en el transcurso del tiempo el ritmo decayó y la originalidad donde se combinaba una deliciosa banda sonora de full metal y algunas escenas interesantes de terror y thriller se convirtieron en más de lo mismo, repitieron la misma fórmula incansable de películas de ese género, un triste y fallido final forzado logró convertir la sonrisa del público en momentos de desconcierto, decepción y hasta enojo.

Pero en fin cultos lectores, además de la banda sonora que fue muy buena, especialmente las tres primeras canciones que se oyó, es necesario mencionar las perfectas tomas que deleitaron la visión del espectador, cada encuadre fue genial. Además la fotografía estuvo bárbara, destacando la iluminación. Por otro lado, el elenco estuvo muy decente y aquella teen de ojos celestes llamada Kiara Glasco (Zooey) se robó la atención del público no solo por su inusual belleza si no porque fue la que mejor actuó.