La historia, desconocida para mí, es carne de novela… y por eso esto es una adaptación. Y ya se sabe que, en las adaptaciones literarias, el producto cinematográfico suele perder. No obstante, no se pierde el interés y me acaba gustando. Las interpretaciones, sobre todo de los años 30 y 40, me gustan y me hacen viajar.

Al final, se justifica que esta mujer se jugara la vida por lo que ella pensaba que era tener a dos potencias igualitarias, pero igual fue una vil excusa. Nunca sabremos qué habría pasado de no haber existido esta clase de espías en aquel telón de acero. Luego, imagino, que en la carrera espacial se giraron las tornas.

Viene a reforzar la idea de que en las dictaduras es más fácil controlar a los chivatos y en las democracias más complicado. Pero bendita democracia.