Acabo de asistir a una gloriosa obra de Capra. La última, maldita sea, porque eso de la modernidad ya lo sufrieron los más grandes artesanos de la historia del cine, ¡causíspides!

Esto de la censura es una chufla que no se explica con el paso de los años. ¿A cuento de qué modificar una parte importante del guión para hacer pasar al conde y su hijo por italianos cuando eran españoles? Ay…. Se os coló la bandera republicana en el coche oficial del cónsul.

Ni aún así, la película es un pelotazo bárbaro. Bette Davis está excelsa en la primera parte de la película, con una desesperación en el hotel magnífica.

Glen Ford hace un papel cum laude, ¡si hasta de padre de Superman dio el pego!

Colombo en su papel, de por vida.

Hope Lange bellísima, sobre todo en primeros planos y muy al principio.

Y todos los secundarios son una verbena de sentidos.

En resumidas cuentas, en esta comedia de enredos sofisticada con el sello de Capra es un incunable que todo el mundo debiera ver.

¡Viva Capra!

¡Qué bello es descubrir cine así!