Siempre he sido de Harry el sucio, siendo la primera la joya de la corona. Es esa la razón por la que cuando llegó Arma Letal, uno sintió ligera indiferencia. Pero fue al cine, se tragó la cinta y la verdad es que le supo genial.

Pasa el tiempo y lo curioso del asunto es que uno le tiene más cariño a la secuela, un filme competente donde constantemente están pasando cosas que al filme original en cuestión, que tiene una trama más lineal y literalmente cada escena Riggs o Murtagh se meten en un lío.

Como buddy movie funciona y Mel Gibson está excelente (a la par que Danny Glover). Los personajes son buenos (pena que luego los tornasen en muñecos cómicos) y la trama, si bien es cierto que menos compleja de lo que nos hacen creer (clásico Shane Black) funciona. Además Gary Busey de villano de la función está a la altura.

Un buen policíaco que se basa más en frases y en la difícil relación entre ambos protas, que en establecer un poco de amor por la trama. Que es buena, reitero (sobre todo para los estándares de ahora) y de hecho hasta hace coñas con lo surrealista que parece todo el caso. Pero que uno le pierde cariño con el tiempo.

No se hace larga, pero tampoco tengo ninguna escena para el recuerdo. La del suicida, me gusta más en Harry el Sucio, las escenas de peleas no me impresionan y Gibson da una sensación de invencibilidad que pasma al personal.

Eso sí y ahí no hay dudas. Es la más oscura de toda la saga. Los trajeados se cargaron dos opciones (en la dos y en la cuatro) de hacer filmes ásperos y de temáticas jodidas. Aquí es la única donde hay más oscuridad y menos comedia.

Respetable.