Muchos comentarios a esta película alaban ese aspecto realista, sin concesiones al sentimentalismo de escenas dramáticas y desgarradoras. Una narración casi de documental, de reportaje de Documentos TV, que busca transmitir el terror a través de esa sensación de verismo.

Sin embargo, a mi es precisamente eso lo que me aleja de cualquier emoción. La película es fría a más no poder. Tampoco ayuda que todo se desarrolle como en lo que se suele denominar "americanada de desastres", esas películas en la que, pese a que las consecuencias son mundiales, todo parece cocerse en los EEUU, los principales problemas, intrigas y soluciones. El resto de países, a verlas venir.

Hay tantos personajes y tanta estrella que apenas tienen tiempo para demostrar algo, están todos tan gélidos como la película.

Indudablemente, el director sabe de cine y consigue buenas escenas y desarrollar las distintas tramas. Pero poco más. Un aprobado simple.