En este tipo de films, copiados, estereotipados, alicatados a base de tópicos y secuencias de risa, de mucha risa irónica, propias de cine beeeee, de becerro, nos encontramos con el mismo mecanismo una y otra vez.
Suele haber un personaje clave de buen corazón pero lleno de dudas, al que las circunstancias, casi siempre de índole personal, aprietan y obligan a introducirse en la trama hasta los ojos y de manera fundamental y definitiva. Éste es el prota, y no los de carita conocida.
Bien, pues aquí los motivos que conducen a este elemento son caprichosos, avergonzantes (esto es ya una constante) y cutres, en proporciones descomunales y equitativas. Y la manera de contárnoslo es poco menos que digna de chimpancés con malformaciones cerebrales, peor es casi imposible, me niego a creer que estas películas las hace el hombre. No serán paridas por una fotocopiadora asesina? Una máquina despiadada, sin perfeccionar ni ajustar, que escupe cintas a diestro y siniestro, sin importarle una mierda que sean coherentes o no, que estén mil veces vistas o no, en fin...

Ya no se me ocurren más tonterías, pero te doy un consejo, no malgastes tu tiempo en este bodrio, intenta dividir el átomo con unos palillos chinos, o trata de inventar un pelagambas, cualquier cosa será mejor que esta ponzoña.

Me jode reconocer que tiene dos o tres planos que llegan a molar un pelo. Casi te empalmas y todo.