Impecable y fantástica secuela de una película mítica. Si ya es difícil abordar una segunda parte de cualquier película, más aún cuando su primera parte es una obra maestra absoluta de la ciencia ficción y, aún más, cuando se trata de abordarla a partir de un género distinto. Si Alien el Octavo Pasajero era el trazo perfecto entre el terror y la ciencia ficción, Cameron, en Aliens el Regreso, opta por expandir dicho universo, acercándose sin paliativos al género de acción.

Una situación de probable catástrofe en la mayoría de casos, pero no con James Cameron que demuestra, más que nunca en esta película, que es el más listo de la clase. Quizás no el mejor, pero si el más habilidoso y el más inteligente a la hora de diseñar y crear la comunión perfecta entre acción y ciencia ficción.

Aquí recurre a lo que mejor sabe hacer: crear atmósferas sublimes, a partir de unos efectos especiales inmejorables (sobre todo teniendo en cuenta los años que tiene la película) y redondearlo con un manejo del ritmo y la tensión realmente formidables. La película no decae en ningún momento y si lo hace es brevemente y para sobrevolar más tarde por encima de lo que uno podía pensar.

Además Aliens el Regreso tiene un componente que lo hace aún más atractivo y es que el trabajo de actores es impecable, con mención especial a Sigourney Weaver (que fue nominada al oscar por su fantástico trabajo), Paul Reiser componiendo uno de los mejores villanos que han pasado por la gran pantalla y Bill Paxton como el alocado y excéntrico marine Hudson; sin olvidarnos del resto de actores que también brillan con luz propia y componen un reparto perfecto, quizás porque desde el guión cada uno de los personajes está perfectamente definido y resulta veraz en la historia.

Y es que el mimetismo y el cuidado con el que Cameron traza sus películas es realmente asombroso y desde el propio guión podemos observar una película perfectamente diseñada al milímetro. El montaje del director mejora claramente la película (no como en otros casos en los que apenas se nota su contribución), a pesar del cambio de las voces de doblaje en las escenas.

No llega a la altura del primer Alien, la cual podría suponer perfectamente la cumbre de la ciencia ficción, pero si es una soberbia segunda parte, llena de acción, tensión y ritmo, que expande acertadamente el universo presentado en la original y que se apoya en una Sigourney Weaver espectacular, una atmósfera más que inquietante y un clímax final que es directamente para guardarlo en un lugar de honor de cualquier videoteca.

Disfrútenla.