Nada más comenzar la película nos ofrece su declaración de intenciones con un enfrentamiento sobre el terreno lleno de tensión, disparos y una toma de decisiones que es vital para el argumento. Es solo una convencional muestra de lo que vendrá después, una trama ambientada en un futuro cercano con la que Netflix añade contenido a su enorme catálogo.

La acción desenfrenada en forma de balas y granadas es grandilocuente gracias a unos robots que disparan a todo lo que se mueve como si no hubiera un mañana. La película tiene el detalle de poner diferente color a los robots de cada bando, para que el espectador sea en todo momento cuál es el que dispara, si es que para entonces ha logrado distinguir algo entre ellos. La cámara de Håfström se mueve de manera caótica en los enfrentamientos, metiendo en primera persona al espectador, y a la vez confundiéndolo con tanta ida y vuelta.

Entre tanto disparo y explosión, el guion intenta construir un alegato antibelicista que siempre queda supeditado a lo demás. Apenas se atisba una ligera crítica hacia las bombas que afectan a civiles inocentes, pero se hace tan rápido que queda difuminada en un pequeño diálogo en medio de la película.

“A descubierto” es un entretenimiento puro que mezcla en su particular coctelera a un prototipo androide ejecutando una operación rebelde, un protagonista muy conocido como Mackie, que eso siempre llama la atención, algunas acciones inverosímiles y un héroe inesperado que debe salvar al mundo de un inminente ataque nuclear. Todo lo necesario para entretenerse un rato y pasar después a otra cosa sin reparar en ello.