Dreamworks siempre ha sido una compañía que me ha atraído y gustado bastante a lo largo de los años aunque haya tenido algunos bajones pero desde que cintas como Antz o Chicken Run me ganasen por completo pasando por el primer Shrek ya sabía que algo bueno iba a heredar esta productora coronándola a mi parecer con la infravalorada El príncipe de Egipto, para mí su mejor obra insuperable y claramente conmovedora.
Esta cinta no recuerdo si la vi en el cine o en video, dvd o en televisión. No la recordaba salvo un par de escenas y tenía ganas de rellenar esos huecos de cine de animación en parte conocido de los últimos veinte años que no haya visto y esta al parecer que no estoy seguro formaba parte y la verdad es que me ha gustado. Evidentemente no me parece de lo mejor de Dreamworks pero tampoco de lo peor situándola en un punto intermedio entre lo entretenido y emocionante pero a la vez tópico, poco original y previsible. Quizás la obra de War Horse se copiara en algunas cosas a la historia de Spirit, y que hayan bebido algunas cintas de los últimos años de ella pero es tal la banda sonora de Hans Zimmer y el carisma del caballo que dotan de emoción e interés a una cinta que analizándola bien es simple, sencilla e incluso escueta debido a su breve duración de menos de ochenta minutos. Para algunos niños se le puede hacer pesada por el hecho de parecer más un documental que una película infantil pero para otros se le puede hacer interesante, emotiva e incluso divertida con toques aventureros del western más agradable.
En definitiva, no me parece una joya pero sí una buena película con sus dotes de entretenimiento y emoción que sin enseñar nada nuevo y recurrir a lo convencional, resulta agradable pasar un buen rato con una cinta diferente dentro del cine de animación y más con unos paisajes y una banda sonora para enmarcar.