Vista en 2D, tengo que decir que se nota el uso del sistema 3D. Yo creo que la película se llega a disfrutar bien en general, eso sí, con algunos peros. Se podría dividir en dos partes: la primera sería la trama de la familia, el significado del nombre de Pi y su futuro destino. La cual se me ha hecho algo lenta. La segunda ya vendría a ser la parte en la que entra lo místico, lo espiritual. Esta, aunque han habido altibajos por el camino, me ha gustado mucho más. Los actores han estado bien, bastante desconocidos para el gran público, excepto quizás la presencia/cameo de Gérard Depardieu. Donde tengo que quitarme el sombrero es en el apartado de los efectos especiales, muy presente en la segunda mitad de película. Ese tigre, increíble que es que parezca tan real, salvo en algunas secuencias en que se nota que hace unos movimientos algo irreales para un tigre de verdad. Y el uso de agua generada por ordenador, sin palabras. Debería estar nominada en este apartada para los Oscars del año que viene.
Y lo que no me esperaba era ese final inesperado, a lo M.Night Shyamalan, que curiosamente fue la primera elección, pero abandonó el proyecto y cayó en manos del director de Tigre y Dragón, Ang Lee. Ese final da qué pensar, y te da motivos para que, al salir de la sala de cine (o si la ves en casa, ya sea solo o en compañía), se pueda empezar a debatir. Serviría para verse en una clase de religión.