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Voto de David:
9
6.4
27,484
Intriga. Drama
Adam (Gyllenhaal) es un afable profesor de historia que lleva una vida bastante monótona. Un día, viendo una película, descubre a un actor que es idéntico a él. Obsesionado con la idea de tener un doble, la búsqueda de ese hombre tendrá para él consecuencias inesperadas... Libre adaptación de la novela "El hombre duplicado", de José Saramago. (FILMAFFINITY)
25 de junio de 2014
288 de 305 usuarios han encontrado esta crítica útil
No pude evitar recordar al ver esta película de Villaneuve –uno de sus dos estrenos del 2013– la que es mi película favorita de todos los tiempos: Mulholland Drive, de David Lynch, más que nada por la forma en que tienen para contar la historia. Uno se sienta pensando que al final sucederá algo gordo, la gran bomba de revelación, con los personajes y diálogos justos para explicarlo todo a lujo de detalle, pero nunca sucede realmente nada de lo esperado. Algún giro a lo “Abre los ojos” de Aménabar, por ejemplo. Lo que a uno le queda es pensar un poquito retroactivamente, o verla una segunda vez, porque vaya que deja sus huellas. Pocas películas me motivan para verla una segunda vez inmediatamente después de haberla terminado, pero aún no sé por qué Enemy sí. Y lo digo porque es corta, discreta, 90 minutos que van a lo que van, con personajes tampoco tan complejos si quitamos el evidente ingrediente especial de su trama.
Daré mi interpretación de la misma en Spoiler.
Daré mi interpretación de la misma en Spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Para resumir, existen dos teorías predominantes de esta película: 1) La típica teoría psicologicista (uno es por lo menos "una creación mental" del otro). Y 2) Teoría realista (ambos Jake Gyllenhaal existieron). La segunda teoría es la teoría con la que se podría decir que “vi” la película en mi primer visionado. En mi segundo visionado intenté verla con la lógica de la primera (la realidad “mental”). Sin embargo, la teoría que para mí tiene más congruencia y que verdaderamente nos saca de los huecos de las anteriores dos es la siguiente: las dos tienen razón, pero, ¿hasta qué punto?
Existió en un momento, al parecer no hace más de 6 meses, un sólo personaje y este se separó en los dos protagonistas de esta historia. ¿Cuál era su verdadero nombre? Todo indica que su nombre es Anthony, pues es el único nombre con el que verdaderos personajes lo refieren durante la película (Adam Bell es en realidad utilizado sólo en unas escenas que después no tienen mayor trascendencia). Este protagonista original, sabemos con seguridad que era un graduado de alguna carrera en ciencias sociales (el trabajo como profesor de clases de historia parece ser en realidad algo exclusivo del así llamado Adam Bell), que intentó durante un tiempo algo de éxito en el mundo del cine, que tiene una madre insistente y que estaba comprometido con Helen, a quien amaba de forma honesta, pero a quien sin embargo engañaba, llevando una doble vida al menos de dos formas claras: con prostitutas en clubes nocturnos y con Mary, quien parece le daba una vida sexual salvaje. En determinado momento, Helen queda embarazada y descubre todos los secretos de su futuro marido, por lo que se separan.
Es aquí donde parecen “nacer” Anthony y Adam. Literalmente, uno podría agregar cualquier interpretación “psicológica”, como que sus deseos profundos y sus anhelos antagónicos crearon dos cuerpos, o blah blah blah, sin embargo si nos abstenemos de este tipo de lógicas aparece una trama realmente original y mucho más interesante: de alguna manera, por un giro del destino, simple y sencillamente parece que se “materializaron” dos decisiones. La primera (Anthony Claire) involucra que él logró llegar a buenos términos con Helen (aunque Helen le menciona si no sigue hablando con la “otra”, es decir, Mary), consiguió un nuevo departamento, otro trabajo (que no se menciona) y una estabilidad, aunque sus deseos de infidelidad persistieron. En el segundo caso (Adam Bell), escogió una vida con Mary, un trabajo humilde como profesor (olvidando sus intentos como actor), olvidó a Helen de forma violenta (razón por la cual la foto de ambos está “rota” entre sus cosas y entera en la casa de Anthony), pero su verdadero amor por ella persistió, razón por la cual siente cierta melancolía aún y estando con Mary.
Tras el impacto y la perturbación que involucra que se enteren de la existencia del otro (cosa que nos lleva al desarrollo de la película), parece que lo que a cada uno le falta se convierte en una realidad. Anthony podrá dar rienda suelta a la vida salvaje a la que renunció para estar con su mujer, y Adam podrá obtener el perdón de Helen. Una vez sucedido el accidente de Anthony, Adam lo tiene todo: la capacidad de retomar su identidad como Anthony, por lo tanto a su mujer y a su hijo en camino, más lo que ya poseía, ¡ha triunfado el amor por sobre la lujuria! Pero oh sorpresa, la infidelidad no se ha ido del todo, pues reconoce la llave y piensa “usarla”, lo que nos regresa al principio.
Finalmente, como Hegel y Marx decían, todo en la historia se repite por lo menos dos veces: la primera como tragedia, la segunda vez como farsa. La araña que aparece frente a él lo hace precisamente para recordárselo.
Existió en un momento, al parecer no hace más de 6 meses, un sólo personaje y este se separó en los dos protagonistas de esta historia. ¿Cuál era su verdadero nombre? Todo indica que su nombre es Anthony, pues es el único nombre con el que verdaderos personajes lo refieren durante la película (Adam Bell es en realidad utilizado sólo en unas escenas que después no tienen mayor trascendencia). Este protagonista original, sabemos con seguridad que era un graduado de alguna carrera en ciencias sociales (el trabajo como profesor de clases de historia parece ser en realidad algo exclusivo del así llamado Adam Bell), que intentó durante un tiempo algo de éxito en el mundo del cine, que tiene una madre insistente y que estaba comprometido con Helen, a quien amaba de forma honesta, pero a quien sin embargo engañaba, llevando una doble vida al menos de dos formas claras: con prostitutas en clubes nocturnos y con Mary, quien parece le daba una vida sexual salvaje. En determinado momento, Helen queda embarazada y descubre todos los secretos de su futuro marido, por lo que se separan.
Es aquí donde parecen “nacer” Anthony y Adam. Literalmente, uno podría agregar cualquier interpretación “psicológica”, como que sus deseos profundos y sus anhelos antagónicos crearon dos cuerpos, o blah blah blah, sin embargo si nos abstenemos de este tipo de lógicas aparece una trama realmente original y mucho más interesante: de alguna manera, por un giro del destino, simple y sencillamente parece que se “materializaron” dos decisiones. La primera (Anthony Claire) involucra que él logró llegar a buenos términos con Helen (aunque Helen le menciona si no sigue hablando con la “otra”, es decir, Mary), consiguió un nuevo departamento, otro trabajo (que no se menciona) y una estabilidad, aunque sus deseos de infidelidad persistieron. En el segundo caso (Adam Bell), escogió una vida con Mary, un trabajo humilde como profesor (olvidando sus intentos como actor), olvidó a Helen de forma violenta (razón por la cual la foto de ambos está “rota” entre sus cosas y entera en la casa de Anthony), pero su verdadero amor por ella persistió, razón por la cual siente cierta melancolía aún y estando con Mary.
Tras el impacto y la perturbación que involucra que se enteren de la existencia del otro (cosa que nos lleva al desarrollo de la película), parece que lo que a cada uno le falta se convierte en una realidad. Anthony podrá dar rienda suelta a la vida salvaje a la que renunció para estar con su mujer, y Adam podrá obtener el perdón de Helen. Una vez sucedido el accidente de Anthony, Adam lo tiene todo: la capacidad de retomar su identidad como Anthony, por lo tanto a su mujer y a su hijo en camino, más lo que ya poseía, ¡ha triunfado el amor por sobre la lujuria! Pero oh sorpresa, la infidelidad no se ha ido del todo, pues reconoce la llave y piensa “usarla”, lo que nos regresa al principio.
Finalmente, como Hegel y Marx decían, todo en la historia se repite por lo menos dos veces: la primera como tragedia, la segunda vez como farsa. La araña que aparece frente a él lo hace precisamente para recordárselo.