Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Elcinederamon:
8
Drama Cuatro sacerdotes conviven en una retirada casa de un pueblo costero, bajo la mirada de Mónica, una monja cuidadora. Los curas están ahí para purgar sus pecados y hacer penitencia. La rutina y tranquilidad del lugar se rompe cuando llega un atormentado quinto sacerdote, y los huéspedes reviven el pasado que creían haber dejado atrás. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Club de Pablo Larraín es un drama basado en los abusos sexuales y en la religión en el que un grupo de cuatro sacerdotes se retiran a una casa a un pueblo costero para purgar sus pecados mientras un quinto intenta que estos cuenten toda la verdad. Dirigida con un ritmo asfixiante y con un estilo atrevido por marcar los fallos terrenales de algunos componentes de la iglesia, es una obra turbadora y desconcertante que descoloca al público con lo que ofrece y por la frialdad y naturalidad con la que se lo expone al público para mantenerlo atento todo el rato, ya que su provocadora trama absorbe y machaca al espectador, concluyendo un peculiar film que de forma implacable se queda en la memoria del espectador.
La fotografía es alusiva y bella al hacer gran uso de los claroscuros y la luz tenue en una humilde y sugestiva tarea que crea confusión y da una extraña sensación claustrofóbica mental que es en definitiva sombría y desde luego impenetrable. La música es intrigante y perturbadora en sus inquietantes melodías hipnóticas e insidiosas que estimulan al público y añaden enigma al film con un tono clásico y recóndito. Los planos y movimientos de cámara consuman una gran tarea técnica personal mediante el uso del seguimiento, primeros y primerísimos planos, avanti, retroceso, generales, plano-contraplanos, tercera persona, reconocimiento, travellings, steadycam y subjetivos que exprimen lo mejor de las interpretaciones y su entorno. Cabe señalar también, los efectos visuales enardecedores de la sangre y la violencia en determinada escena.
Las actuaciones son verosímiles y con calado y oscuridad psicológica del primero al último en un admirable trabajo interpretativo. Cuenta con las convincentes interpretaciones de Roberto Farias, Antonio Zegers, Alfredo Castro, Alejandro Goic, Alejandro Sieveking, Jaime Vadell y Marcelo Alonso entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones humildes, carentes y comunes en un formal y decente trabajo que no busca destacar, sino más bien lo contrario y que además junto con los exteriores te transporta in situ.
El guion, escrito por el director junto con Guillermo Calderón y Daniel Villalobos, es confuso y extraño pero atrayente en su intrincada trama que deja evidencias de varios ex-sacerdotes que limpian sus pecados en una casa junto al mar mientras otro les observa y los entrevista para estudiar si debe o no debe cerrar la casa, finalizando un soberbio e incitador film que penetran en el público con su perniciosa historia. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off misteriosa y profunda que añade intriga y enigma al film con su tono de arrepentimiento y sus insólitas entrevistas. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo en ir descubriendo su extraña y turbia trama.
En conclusión, la considero una obra inolvidable y esencial dentro de su género que absorbe al público y lo machaca con una historia turbia y desconcertante que descoloca al público con su inaudito entramado que deja en mal lugar a la iglesia y a los sacerdotes que abusan de su poder con los más débiles, dejando tras de sí la sensación de haber visto un film provocador e inesperadamente enfermizo por el desequilibrio de sus personajes. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, muisca, montaje, planos, movimientos de cámara y narrativa que hacen de El Club, un film incitador y malsano que se queda para siempre en la mente del espectador.
Elcinederamon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow