La partida empezó mucho tiempo atrás.
Yacían en el recuerdo muchas bajas por ambos bandos.
En el momento en que Esther se incorpora al juego, bajo la apariencia de un peón blanco, la situación es la siguiente. Las rojas resisten con tres piezas: rey, reina y caballo. Las blancas atacan con peón, caballo, torre, rey y reina.

Tres personas que no tienen nada en común sienten lo mismo y piensan lo mismo…
Teniendo en cuenta ese 'pensar' como función cerebral…
Es un planteamiento tan interesante como el yo: el yo deja de existir porque existe un antes y un después del hecho que causa la lesión cerebral y suponen un nuevo punto de partida: un nuevo yo… a través del espejo y mas allá.
“Más allá del espejo” no es una película de David Lynch sino un documental de Joaquín Jordá, uno de tantos de aquí con una calidad que hace palidecer un año completo de ficción subvencionada.

Y el peón se hizo reina…
A veces la vida puede ser la mayor partida de ajedrez… una jugada para hacer un jaque mate a la misma muerte…, a la misma mente.