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España España · Santiago de Compostela
Voto de Hermida:
7
Western. Acción Arizona. Con la esperanza de conseguir una recompensa que le permita evitar la ruina de su rancho, Dan Evans (Christian Bale) decide colaborar en el traslado del peligroso forajido Ben Wade (Russell Crowe) hasta un pueblo, donde deberán coger el tren de las 3:10 para llegar a la prisión de Yuma. Remake del film de 1957 de Delmer Daves. (FILMAFFINITY)
14 de mayo de 2022
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Contar con Russell Crowe y Christian Bale como protagonistas de una película supone un seguro de partida y si el director consigue que de la relación interpretativa entre ambos haya química, el éxito está garantizado. 3:10 To Yuma es un western que sin alejarse de los cánones del género al contener buenas dosis de acción y aventura, amén de sus habituales escenarios y paisajes, nos invita a la constante reflexión moral presentando el bien y el mal como conceptos relativos. No todo es blanco o negro en la vida, de la misma manera que en la pantalla los villanos no siempre son el demonio encarnado y los buenos mártires impecables. Existe una amplia gama de grises intermedios donde caben sentimientos tan humanos como el egoísmo, la redención, el amor, la avaricia o el deseo a uno y otro lado. Un sublime Russell Crowe en el papel de antagonista hace de asesino y filósofo, siendo quien marque el ritmo del metraje. Por su parte, Christian Bale como protagonista aspirante a héroe y escenificando un personaje con un amplio sentido de la moralidad no se queda a la zaga y responderá una vez tras otra a los constantes embates físicos o dialécticos de su adversario. Crowe es la razón mientras que Bale es el sentimiento, conjugados como cuerpo y alma a la perfección e interpretando a unos personajes que van evolucionando desde la animadversión inicial a la extraña amistad de los últimos minutos del metraje. Por último y en alusión al título, un reflexión más: los trenes van y vienen en las estaciones de la vida y si perdemos uno, sea a las 3:10 u otra hora, siempre podremos encontrar billete en otro momento o hacia otro lugar... Pero hay una estación y un tren con billete sólo de ida, hora fija de partida y destino que curiosamente nunca conoceremos por anticipado: es aquel que nos lleva a la muerte, la única cosa del todo blanca o del todo negra.
Hermida
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