Continuar una franquicia consolidada y mítica siempre es tarea difícil. Lo que arrancó en su día con la saga de ''Rocky'', continuó unos años después con el spin-off de ''Creed'', continuando el legado y funcionando como nuevo punto de partida. Ahora, tras una secuela por el medio, llega el cierre de la trilogía, o así es como se siente.

La historia enlaza con las anteriores, notándose un hilo conductor muy claro y presente en todas las cintas. Esto es un factor positivo, ya que asienta las bases y toma importancia el camino recorrido. El compás repite esquema, es cierto, pero funciona. No inventa nada, y es consciente de ello. El ritmo creo que va acorde a la trama que nos quiere contar y, aunque puede no sorprender, ofrece lo que se espera.

Ambos protagonistas, Michael B. Jordan y Jonathan Majors, están sublimes. Los dos se comen la pantalla y tiran del carro. Al primero ya le conocíamos, pero la incorporación de Majors ha sido un gran fichaje. De lo mejor de la cinta. La dualidad entre ambos personajes tiene fondo y logran transmitir eso a las imágenes. Los demás bien y correctos.

Destaca un buen montaje y puesta en escena. Es importante que este aspecto sea bueno, pero cuando hay tanto movimiento, como en el boxeo, cobra gran importancia. Los enfoques son buenos, se aprecia cada golpe y los movimientos son fluidos. Ninguna queja al respecto. Se notan 'crudos' y es lo que siempre se busca.

En resumen ''Creed III'' es una secuela continuista, pero que sigue la estela de sus predecesoras. Por ponerle un 'pero' diría que carece del impacto y el alma de las anteriores, pero como cierre es correcto. Se echa en falta a Stallone, desde luego, que sigue siendo el buque insignia de la franquicia. Con todo, si buscas un entretenimiento o eres seguidor de la saga, la recomendaría.

Lo mejor: Es entretenida, la puesta en escena y Jordan y Majors.
Lo peor: Nada importante.

* Un 7 *