Y, una vez más, se demuestra que en el cine se puede triunfar cuando el talento sobrepasa a los medios existentes. Cada vez son más los proyectos humildes que destacan por aportar cierta frescura en la industria, lo hemos visto en cortometrajes, mediometrajes y largometrajes.

Esta vez unos desconocidos pero talentosos 'Jeremy Bernard', 'Guillaume Desjardins' y 'Bastien Ughetto' presentan un proyecto llamado "El Colapso" miniserie francesa de tan solo 8 capítulos dirigida y guionizada por ellos mismos creada por la productora independiente 'Les Parasites' emitida a través de Canal +.

La miniserie nos sitúa en un mundo distópico donde encontraremos a distintos miembros de la sociedad francesa consumidos por un colapso a nivel mundial (en términos ecológicos, sociales, monetarios) en la búsqueda de la supervivencia (sobrepasando así todos los medios civiles, morales y éticos) tras una situación en la que el humano nunca se ha encontrado y es imposible de controlar.

Cada episodio contiene historias independientes (que van sucediéndose días después de la crisis) y actores que intentan manejar todo tipo de conflictos determinados por situaciones llevadas al extremo — escasez de provisiones, combustible, fallos eléctricos, cambio climático, y un largo etcétera— que conducen a que nuestros protagonistas experimenten sensaciones jamás encontradas obteniendo así situaciones que presentan grandes dilemas morales y éticos.

Además de una más que interesante premisa, lo que caracteriza a esta miniserie es la elección de dirigir cada capítulo en completo plano-secuencia y presentar escenarios totalmente diferentes haciendo que cada capítulo se sienta totalmente diferente, llegando a la máxima expresión de lo desagradable y controlando más que bien la tensión y el tempo para desarrollar cada historia.

Esta miniserie es difícil que se haga cuesta arriba para el espectador ya que esta elección de dirigir así cada capítulo junto a su duración (de 15 a 25 minutos máximo por capítulo) hace que estés pegado a la pantalla y una vez terminado un capítulo quieras ver con que te sorprenden en el siguiente.

Por último he de reconocer que los actores están muy correctos en todo momento, sin presentar ni un solo indicio de problemas frente a la cámara, cosa que hay que valorarla como se debe por la alta dificultad de rodar secuencias tan largas con tanta soltura, desde luego no me quiero imaginar el duro proceso de aprender toda la coreografía, diálogos, etcétera que ha tenido que llevar rodar estos 8 capítulos.

En definitiva todo esto hace que esta miniserie por momentos genere sorpresa, adicción para el espectador por consumirla en su totalidad y un grado de satisfacción interior.