El argumento de la película iba bien sin embargo todo eso se va a pique cuando uno no puede evitar sentir "ese convertimiento", y me refiero a que la película hace tanta mención a los mormones que es imposible no sentirse acosado sobre ello. La película pierde parte de su seriedad cuando uno tiene esa sensación y es que parece más propaganda mormónica disfrazada sútilmente de película que al revés, si bien no tengo nada en contra de ellos y cuando me propuse a verla tomé postura neutral pero es que es imposible no sentir el convertimiento.

Lo mejor de la película son los actores que pese a no ser tan conocidos hacen bien su trabajo y parte de la historia. Lo malo fue que no sabes si ves una película o una mera propaganda.