El sugestivo eterno retorno 'valleinclanesco' del plano inicial y final compacta una historia de viajes, bien sea al entendimiento de la supervivencia o bien sea a la incapacidad de transmitir lo que deseas. En 'Ane' asistimos a un fantasma que todo lo impregna, a un demiurgo que gestiona desde arriba las vidas de muchas personas y que encamina hasta la autodestrucción a seres que ya tenían difícil su convivencia.Su protagonista encara esa situación con rabia y fuerza, sin amilanarse, y es ahí donde Patricia López Arnaiz brilla con luz propia, deslumbra en todo el film. Esa naturalidad, esa fuerza, esa garra hace que su personaje destaque. Su fuerza embiste reiteradamente con sus miedos. El guion nos dirige, sin que opongamos resistencia, a un viaje de tortuosos incidentes, de búsquedas y pérdidas. El guion disemina con intencionada capacidad a unos personajes que interaccionan a merced de las circunstancias. Sabiamente nos va introduciendo toda la información necesaria a cuentagotas y entendemos que muchas veces no somos nosotros quienes elegimos a pesar de intentarlo, si no que vamos con la corriente a pesar de la lucha. Una historia de incomunicación, caminos que se separan y actitudes que logran empatizar con un espectador que ve verismo, realismo y dolor a pesar de las buenas intenciones.