La producción es la típica de los paises nórdicos. Sosa y gris. No se han partido la cabeza.
La dirección es monótona, siempre hace lo mismo, aburrida y falta de oficio. A lo que hay que añadir una falta de ritmo y una gran cantidad de secuencias irrelevantes, que invitan al desinterés y al aburrimiento.
La historia trata sobre la soledad, la decrepitud, de las personas mayores. Intenta meter un puntito de originalidad y de comedia con las actividades comerciales de la protagonista y su relación con la vecinita de 18 años, pero el desarrollo es tan pueril e infantil que no acaba de enganchar. Todo resulta demasiado superficial y tonto.
Los protagonistas están bien simplemente correctos. No voy a más porque este tipo de papeles, de vieja huraña, con perenne cara de mala leche, y de vecinita en pantalón cortito, están muy vistos y son muy fáciles de interpretar.