Nos encontramos con una película destinada al consumo como simple entretenimiento, no aspira a otra cosa. Las plataformas de TV necesitan de este tipo de productos para poder rellenar las franjas horarias; vendiéndolas como grandes estrenos.
Lo primero que hay que decir es que la producción es lujosa, excelente ambientación, se nota el dinero y la intención de aparentar más de lo que realmente es.
La dirección es realmente aburrida y reiterativa en las mismas escenas. Muy previsible en las "sustos". Le sobran 30 minutos que se pueden recortar sin afectarle lo más mínimo. Además, la dirección de actores deja mucho que desear, repetitiva hasta la saciedad.
La historia no es que sea muy original, los muertos que contactan con los vivos, las chicas de pueblos que llegan a la gran ciudad para triunfar, los chulos de puta que se aprovechan de ellas, etc., pero la han preparado con un mínimo desarrollo para que entretenga y que lo que es siempre lo mismo no parezca una obviedad desde el principio; que es de lo que se trata.
El Terror brilla por su ausencia. Ni está ni se le espera, que dirían en la Zarzuela.
Las interpretaciones, especialmente las dos protagonistas, son pesadísimas, siempre las mismas caras de sustos o de asombro, siempre los mismos plano. Muy cansinas. Hay que destacar que los diálogos pueden ocupar poco más que la servilleta de una cafetería y que lo de cantar no se le da muy bien a Ann Taylor-Joy; da un poco de vergüenza ajena por muy guapa que sea y por mucho que se haya preparado la actuación.
Siempre habrá algún alma de cántaro que alabe este tipo de interpretaciones. ¡Pues que venga Dios y las vea!.
Resumiendo: entretiene pero no es para verla dos veces.