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Voto de El potro italiano:
9
7.9
171,766
16 de febrero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enorme obra maestra de finales de los 90 que consigue retratar la rutina del típico barrio americano como pocas veces se ha conseguido: la imagen proyectada ante los vecinos, la vida marital, el instituto, los marginados y los marginadores, la crisis de los 40... Todo retratado con una delicada crudeza que hace que esta obra perdure.
La obra se centra en el retrato y la disección psicológica de los personajes, mostrándonos sus filias y fobias, sus miserias y sobre todo su modo de afrontar las dificultades (tan diferentes por ejemplo en el caso del matrimonio protagonista). En un principio la mayoría de los personajes podrían considerarse fracasados según los cánones sociales pre-establecidos, y se ve cómo cada uno tiene un modo diferente de intentar enfocar el presente y su propia supervivencia a futuro.
Hacia la mitad de la película parece que todos los personajes van directos al abismo y todo va a acabar como el rosario de la aurora. Según avanza la cinta nada parece que mejora, pero en los últimos minutos, el director consigue (sin hacer un giro radical en el guion) darle un cambio al enfoque terminando con una moraleja optimista y vitalista. A pesar de las dramáticas historias que se han presentado se termina exaltando la belleza existente en todas las facetas de la vida, incluso en los momentos complicados.
La simbología de los pétalos de rosa y del color rojo durante toda la película, la maravillosa banda sonora, la sobresaliente actuación de Kevin Spacey (a mí personalmente Annette Bening me deja más frio), el elevado erotismo en varias escenas, los memorables momentos de vergüenza ajena que nos brinda el protagonista en su relación con la amiga de su hija, todo suma interés y aporta valor a esta maravillosa película. Es con diferencia la mejor de su director en toda su carrera.
La obra se centra en el retrato y la disección psicológica de los personajes, mostrándonos sus filias y fobias, sus miserias y sobre todo su modo de afrontar las dificultades (tan diferentes por ejemplo en el caso del matrimonio protagonista). En un principio la mayoría de los personajes podrían considerarse fracasados según los cánones sociales pre-establecidos, y se ve cómo cada uno tiene un modo diferente de intentar enfocar el presente y su propia supervivencia a futuro.
Hacia la mitad de la película parece que todos los personajes van directos al abismo y todo va a acabar como el rosario de la aurora. Según avanza la cinta nada parece que mejora, pero en los últimos minutos, el director consigue (sin hacer un giro radical en el guion) darle un cambio al enfoque terminando con una moraleja optimista y vitalista. A pesar de las dramáticas historias que se han presentado se termina exaltando la belleza existente en todas las facetas de la vida, incluso en los momentos complicados.
La simbología de los pétalos de rosa y del color rojo durante toda la película, la maravillosa banda sonora, la sobresaliente actuación de Kevin Spacey (a mí personalmente Annette Bening me deja más frio), el elevado erotismo en varias escenas, los memorables momentos de vergüenza ajena que nos brinda el protagonista en su relación con la amiga de su hija, todo suma interés y aporta valor a esta maravillosa película. Es con diferencia la mejor de su director en toda su carrera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En su crisis personal, Kevin Spacey adopta una actitud pueril de vuelta a la adolescencia y de negación de las responsabilidades y las consecuencias de sus propios actos. Aparentemente parece que le va dando buen resultado durante toda la película, viéndosele cada vez más contento a medida que avanza la historia.
Pero en el momento del climax, cuando va a acostarse con la amiga de su hija, rectifica y ve que realmente su actitud no le va a acabar haciendo más feliz. En ese momento empieza a recordar y a valorar todo lo que tenía cuando se sentía desdichado y se da cuenta, demasiado tarde, de lo que tenía que haber cuidado anteriormente para haber sido más feliz.
Pero lo más brillante del final es no enfocar esto como un fracaso por el tiempo perdido, sino como un triunfo personal por haberse re-descubierto, incluso aunque fuese justo antes de morir.
Pero en el momento del climax, cuando va a acostarse con la amiga de su hija, rectifica y ve que realmente su actitud no le va a acabar haciendo más feliz. En ese momento empieza a recordar y a valorar todo lo que tenía cuando se sentía desdichado y se da cuenta, demasiado tarde, de lo que tenía que haber cuidado anteriormente para haber sido más feliz.
Pero lo más brillante del final es no enfocar esto como un fracaso por el tiempo perdido, sino como un triunfo personal por haberse re-descubierto, incluso aunque fuese justo antes de morir.