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España España · Granada
Voto de Kikivall:
4
Acción Érica, la hija de la novia de Paul Kersey, muere de una sobredosis de crack. El justiciero Kersey decide tomarse la justicia por su mano para acabar con el tráfico de drogas en la ciudad. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2017
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
J. Lee Thompson es un gran director, un profesional con una aquilatada carrera y películas ya consagradas desde los sesenta como “Taras Bulba” de 1962, “Los cañones de Navarone” de 1961, etc. Pues bien, se puede decir que para el pobre guión con que cuenta de Brian Garfield y Gail Morgan Hickman, la simpleza y a la vez la violencia facinerosa de la historia, pues el buen Thompson hace lo que puede y lo hace de la mejor manera. La música de John Bisharat, Paul McCallum y Valentine McCallum deja que desear desde mi modo de ver, y la fotografía de Gideon Porath es presentable.

Y del reparto qué decir: es Bronson + Bronson, y él lleva sobre sus duras espaldas todo el metraje. A veces ocurre que decimos que actores como Bronson u otros son muy limitados. Y yo no lo dudo. Pero sintoniza con la cámara, tiene carisma actoral y eso es un valor pero que muy grande en el cine. O sea, otro cualquiera no se aguanta él solito como quien dice 99 minutos de metraje. Y es que si alguien, como es mi caso, se traga tamaña peli facinerosa y por demás inmoral hasta el tuétano, es porque trabaja Charles Bronson (q.e.p.d.). Por lo tanto, chapeau por él y toda su carrera, pues desde mi modo de ver mereció ser la estrella que fue/es en el mundo del cine. También hay que decir que el resto del reparto es cumple con interpretaciones muy profesionales en coro: Kay Lenz, John P. Ryan, Perry Lopez, George Dickerson, Soon-Tek Oh, Dana Barron, Peter Sherayko o James Purcell.

La peli es medio horribilis en lo ético, pues el mensaje de la justicia por cuenta propia no puede ser más facha y amoral, y la película suelta metralla a toneladas, pero quiero decir otras cosas sobre ella, por parecerme de interés y que pueden tener sus puntos de interés.

Hay también un elemento nuevo en esta entrega, esto es, que en el guión se subraya la psicología del protagonista Kersey, sobre todo en el inicio, dejando claro que es un hombre atormentado por los recuerdos y que no soporta la iniquidad, sobre todo cuando se trata de la agresión a los débiles.

Y asociando, asociando, quiero hacer una reflexión histórica al hilo de esta película. En los ochenta era la época Reagan, y a la sombra de sus políticas conservadoras y beligerantes fundamentalmente, crecieron en Hollywood los celebérrimos héroes de diferentes cruzadas de fuerza y violencia (guerra, policía, vengadores, etc.). Estas películas de acción de los ´80 constituyeron un cine cargado de exageradas situaciones, de ultra-violencia sin sentido, donde el protagonista era expuesto a pruebas titánicas e increíbles, esquivando balaceras de armas automáticas por doquier, sobreviviendo a explosiones de todo tipo, incluidas las nucleares, a caídas de cientos de metros de altura; con guiones donde solían asesinar a sus parejas o amistades más íntimas, lo que les incitaba a actuar de furiosos vengadores sin límite; y al final de tanta pólvora y porrazos sin par, el protagonista apenas salía con una tirita en la frente. Y entonces tengo que recordar y rendir un homenaje al hilo de esta película que comento, a aquellos héroes toscos y musculosos de los ochenta como Silvester Stallone, Dolph Lundgren, Jet Li, Chuck Norris, Arnold Swarzeneger, Jean-Claude Van Damme, Steven Segal, Mickey Rourke y algo más tardío, Bruce Willis; y cómo no, el fuerte Bronson que hizo las delicias de la juventud de aquel entonces con su musculación y su capacidad de “mata-mafiosos” sin límite.

Pues bien, esta película “Yo soy la justicia II”, es una de las películas más representativas de ese cine duro, violento y de venganzas propio de esos pasados ochenta. Y aunque no es ningún prodigio de nada, y menos de originalidad, las hazañas de Paul Kersey y toda la oleada de muerte y destrucción que deja a su paso, conforma un relato “entretenido” que engancha de manera inmediata; y para postre con un final catastrófico, además de salvaje y apoteósico. Y con su moralina, claro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kikivall
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