No pasa casi nada en toda la película o siempre pasa lo mismo. Hay que esperar al final para ver algo de más interés.
No pasa nada porque el gran Renoir fallase el tiro en esta, una de sus últimas películas. Tenía detrás al menos media docena de obras maestras.
Se ve que es una película en la que se quería reflejar que en el mundo, incluso entre los nazis (que no hay que confundir con el ejército alemán, al menos no con la mayoría de los soldados) había de todo. Y que una dosis de buen humor no hace nunca daño.
Lo malo es que aquí las situaciones no son ni originales ni con chispa. Hubiese hecho falta un desarrollo más ligado, con una cierta trama subyacente. En definitiva, más creatividad.
Sin duda está bien rodada, porque a Renoir le sobraba oficio, pero eso no basta.