Me llamó la atención que esta película, al parecer muy poco vista, tuviera un presupuesto de 400€, porque todos los que intervinieron lo hicieron gratis. Y porque es la ópera prima de un director treintañero. Cada vez es más difícil hacer cine, a no ser que te enganches en una plataforma.
Va de un sin techo que deambula por algunos barrios de Madrid, Carabanchel, ParqueTierno Galván, añorando lo único que le queda en la vida, una hermana, al parecer felizmente casada, que no quiere verlo, mientras siga con ese tipo de vida.
Como en otras pelis primerizas, los actores o no hablan mucho o se les pone una voz en off. El casi único protagonista hace lo que puede.
La película es larguilla, una hora y cuarenta y tantos minutos. Cuando llevamos 40’ la cosa se anima con el encuentro con una prostituta y un monólogo de él sobre el mar, que no viene muy a cuento.
Después otro giro sorprendente y para mejor.
Buena fotografía y una banda sonora discontinua donde lo mismo sale algo de Chaikovski que una canción de un grupo indie.
La pongo como interesante como muestra de lo arduo que es abrirse camino hoy en el cine. Hay películas que se estrenan incluso con cierto éxito de taquilla y que son menos dignas que esta.