Esta película surgió a mitad de los 80 y parecía mostrar cinco caras distintas de una misma generación de adolescentes con problemas de diversa índole pero con algo en común: están castigados por sus acciones y tienen que pagar un día extra de clase para enmendar todos sus errores.
Es una película de roles, de identificación. Roles que irán cambiando e intercambiando según la historia va progresando y al final todo se convierte en una lección de vida y de mejoría con final abierto y con unos personajes que salen renovados de lo que parece ser una mañana internable juntos haciendo nada y mirando a la nada.
La paciencia del profesor es vital, porque otro perdería los papeles muy rápido.