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España España · Alicante
Voto de lucabrasi:
8
Drama El profesor Borg, un eminente médico, debe ir a la ciudad de Lund para recibir un homenaje de su universidad. Sobrecogido, tras un sueño en el que contempla su propio cadáver, decide emprender el viaje en coche con su nuera, que acaba de abandonar su casa, tras una discusión con su marido, que se niega a tener hijos. Durante el viaje se detiene en la casa donde pasaba las vacaciones cuando era niño, un lugar donde crecen las fresas ... [+]
18 de diciembre de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Ciudadano Kane inicia su metraje se nos muestra como el personaje principal dice una palabra en una habitación vacía, durante el resto de la película un periodista busca el significado a esta palabra, pero ¿Cómo sabe la gente que palabra dice si nadie estaba presente?. Este engaño tan sutil lo utiliza también Bergmann en casi todos los recuerdos del personaje principal en Fresas Salvajes, ya que Isak Borg no estuvo presente en casi ninguno de ellos.

Ese es un ejemplo de la belleza de la película, no importa tanto lo que estás viendo como lo que estas sintiendo. Como en todas las películas del director sueco se nos habla del amor, de un viaje hacia el final y sobre todo de la muerte, pero más allá de todo esto, esta película es realmente un alegato positivo a la vida.

El personaje acude a una celebración en su honor rodeado de gente pomposa y protocolaria dando a entender la importancia de este en la medicina, sin embargo cuando llega a su pueblo natal en una gasolinera de gente humilde no le quieren cobrar nada ya que el médico ejerció muchos años allí y todos lo veneran. ¿Qué es más importante el dinero y las ceremonias o la gratitud de personas que lo darían todo por ti?

Importa si existe o no existe Dios?, importa si un hombre debe responder a una deuda innecesaria simplemente por salvar su orgullo? Importa el nombre que utilices para dirigirte a la persona que comparte su vida contigo?. Como en todas las películas de Ingmar Bergmann no hay una respuesta monosilábica para todas estas preguntas, sino más bien es una reflexión que no debe hacerse demasiado tarde, ya que si es así quizás no tengamos tiempo suficiente para rectificar nuestros propios errores.

El tiempo es casi perfecto, pasando de escenas sobrecogedoras a momentos cómicos de pareja sin apenas apreciarlo. Mientras la película transcurre apreciamos claramente que los sueños van tomando un camino distinto, desde terribles pesadillas hasta sueños con terceras personas que nos dan a entender que quizás estos son más intentos de comprender una vida entera mediante la visión de un tercer que simples sueños.

Los personajes como siempre mantendrán conversaciones filosóficas y morales en cualquier momento, tratando especialmente en esta el sentimiento de la soledad. Una pareja que hace daño a sí misma, un hombre que sabe que su mujer es infiel y sigue con ella, un marido que no desea tener hijos pero que los aceptará por seguir al lado de su mujer, todo lleva a una única conclusión, cualquier cosa es mejor que la soledad.

Esta película es de obligado visionado no solo para los amantes de Bergman sino también para aquellos que piensen que el cine no es solo una sucesión de fotogramas sino un lenguaje tan perfecto como el poético o el matemático.
lucabrasi
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