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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de jvai:
3
Drama Bob Jones (Michael Keaton) es un ejecutivo de éxito al que la vida lo va a poner a prueba. Está casado con Gail (Nicole Kidman) y ambos esperan con ilusión el nacimiento de su primer hijo. Pero la alegría se tornará en tristeza cuando, tras unas pruebas médicas, le comunican que padece una grave enfermedad y que quizá no llegue a conocer a su hijo. (FILMAFFINITY)
16 de junio de 2007
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película típicamente norteamericana, hecha por norteamericanos, para norteamericanos y con el inobjetable “estilo de vida” norteamericano (de clase media alta of course). Millones de personas mueren anualmente de cáncer, aunque sus miserables muertes sean anónimas. Pero ésta muerte de celuloide se supone debe llegarnos a lo más profundo de nuestros corazones. La pregunta es ¿por qué?. ¿Acaso porque Bob es adorablemente impecable en su impecable vida casi perfecta y un buen día se entera que su impecable vida se dirige irremisiblemente a un injusto (aunque impecable) hoyo bajo tierra a causa de una desvergonzada enfermedad terminal? ¡Ah! Vanidad de vanidades, diría el Eclesiastés. Todo es vanidad bajo el sol y a Bob se le escurre rápidamente su vida exitosa e... impecable. Más, ahí no termina está fábulita sobrecargada. Precisa y no tan casualmente, a Bob le va a nacer un crío, gracias a la semillita que depositó en su abnegada esposa Gail. Caramba. Pero que tío infortunado. A esta altura de la cinta, las que están sobrecargadas son las glándulas lacrimales de los espectadores y ergo, mejor dar rienda suelta a las sensiblerías variopintas de una buena y jodida vez.
¿Qué hacer para que el crío conozca a Bob, si éste, para cuando crezca estará fertilizando margaritas en algún camposanto privado (muy impecable)? La tecnología surge presta para cooperar con el pobre de Bob. Videograbará todo cuanto pueda antes de estirar la pata, a los fines de que su vástago pueda conocer a su malogrado progenitor. El que escribió esta historia debe tener el coeficiente intelectual de Forrest Gump. En fin, concluyendo. Lo más grotesco de “Mi vida” es sin lugar a dudas la cara de “mírenme cuán enfermito estoy” de Michael “Batman” Keaton.
Es sólo una película lacrimógena para ver un domingo por la tarde entre bizcochos y alguna infusión (de ser invierno) o cerveza bien helada (de ser verano)... El final creo que es innecesario mencionarlo pues está anunciado.
jvai
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