Me la esperaba bastante mejor que la nefasta primera parte y aunque es cierto que hay una sensible mejora, sigue siendo un horror. Y eso que tenía toda la senda libre para erigirse en una decente película de psicópatas, pues el malsano ambiente se genera con facilidad y la fotografía captura el insalubre entorno en todo su esplendor. El principal problema es que no hay guión. Aunque hay constantes zafiedades que llaman la atención, sangre y amoralidad a punta pala, el transcurso sin llegar a ser letárgico tampoco interesa del todo. El leitmotiv de la película es la venganza de un rudo policía contra nuestros psicópatas protagonistas, y la hora y tres cuartos no giran en torno a otro particular, exceptuando puntuales escenas de sádica violencia que no transmiten la visceralidad esperada debido a lo insustancial del delirante espectáculo. Hay alguna alusión al satanismo como explicación de las barbaries perpetradas pero de manera demasiado insípida, la sensación que se le crea al servidor es que Zombie se desespera a toda costa por ser provocativo sin mucho resultado. Yo sigo pensando que la película hubiera ganado de haber seguido las pautas de un slasher corriente (aunque Zombie rodaría dos años más tarde una nueva versión de Halloween que tampoco me pareció gran cosa, este director no logra que sus violentas imágenes resulten impactantes) que al contrario de lo que indica esta web a mi parecer esta película no lo es. Por último la dirección videoclipera es lo que la termina de enterrar del todo, le da un aire de grandilocuencia realmente innecesario.