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Voto de El Extranjero :
6
Drama En el año 1970, por caprichos del destino, el joven médico escocés Dr. Nicholas Garrigan (James McAvoy) acaba ejerciendo su profesión en Uganda, un país del que no sabía nada, y allí se ve irreversiblemente unido a un temible personaje: Idi Amin (Forest Whitaker), el reciente nombrado presidente del país africano que comienza a gobernar de forma cruel y sanguinaria. Garrigan comienza a ser el médico personal de un dictador del que se ... [+]
7 de marzo de 2015
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La interpretación de Forest Whitaker, intérprete que desde siempre me ha gustado, es lo que más me ha impresionado de la película, que sinceramente, mucho más allá de esa portentosa interpretación, no me ha suscitado ninguna fascinación especial, es otro relato más, bastante bien planteado, pero que desgraciadamente no va más allá de eso. Un 6, que viene a decir 'Interesante' es la nota más justa. No ha causado en mí una sensación de gratitud, no he sentido ese cosquilleo de mil emociones distintas, confrontándose dentro de tí, que es lo más habitual en una película que te gusta mucho y se queda marcada de algún modo en tu memoria. El carisma de Forest es indiscutible y maravilloso, es capaz de dotar a su personaje con cotas extremas, si bien en algunos momentos da la sensación de que extraño estado melancólico se ha adueñado de su persona, y el sosiego que va de la mano con una inusual quietud metafísica, que reluce en puntuales instantes de una muy bien ejecutada manipulación emocional, para tornarse, nuevamente al instante siguiente en el sanguinario dictador que siempre fue y que disfruta dominando y sometiendo a los demás, bajo el compás de sus impredecibles antojos de barbarie. A veces da la apariencia de ser otro hombre africano más, cantando canciones locales al lado de fuego, que reserva de sí mismo más de lo que nosotros querríamos saber de él, que es tranquilo, pero que hay algo adentro de él que le turba constantemente. Hay algo en su semblante, en su mirada, en su manera de hablar... que no termina de convencer, o mejor dicho, de justificar, la inesperada pérdida de nervios que viene a continuación. Quizás esa sea la asignatura pendiente de la película, forjar un personaje sobresaliente, demasiado rico emocionalmente, que Whitaker borda además de manera excepcional, pero que no está a la altura del guión que reproduce la película, algo plano y superficial y que pasa de puntillas por aspectos, que quizás querrías ver reproducidos con mayor profundidad, a pesar de la extensa duración de la misma, y que no logra iluminar con la suficiente precisión el origen del aura que cubre al protagonista. Es, por lo menos, la impresión que se me ha quedado a mí.
El Extranjero
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