...solo que todos, unos más que otros, han encontrado el desenlace 'feliz' que buscaban, pero sinceramente si obviamos el contexto señorial de la época, he establecimiento ciertos paralelismos, lejanos pero que están ahí, de argumento y conductas que podemos encontrar en telenovelas o seriales juveniles varios, en los que las pasiones arrebatadas suponen un motivo de llanto y sufrimiento, al encontrarse de forma irremediable con intrincadas complicaciones en las que entran en juego terceras personas de forma gratuita, arbitraria y no demasiado bien precisada. No me cabe duda de que se trata de una obra un tanto oportunista, por la forma de la que se encuentran los personajes, la conveniencia a la hora de finalizar las escenas... Es como si todo estuviera pensado para complicar la vida durante cierto tramo a sus criaturas, para ser luego resuelto a su debida hora. Y a grosso modo la película no ofrece nada más, salvo algunas escenas puntuales que sí, desprenden ternura y encanto.

Por comentar aspectos positivos es cierto que alguna idea interesante hay, el eterno debate entre corazón y cabeza, así como la virtud o el peligro que supone el expresar los sentimientos con efusividad está bien planteado. Asimismo, la dirección contiene unos planos bonitos y agradables, la vestimenta también favorece, hay actores a los que siempre resulta agradable ver como en mi caso sucede con Alan Rickman y con Emma Thompson, aunque hay también un montón de secundarios familiares entre los que destaca un Hugh Laurie que desprende un agradable sarcasmo condescendiente.

Para comentar un poco algunas cosas de la trama, como ya he dicho los encuentros y las relaciones que se entablan las encuentro un tanto fortuitas, pero mi queja más fehaciente va dirigida al personaje de Alan Rickman, previamente rechazado, acepta ser el segundo plato de la despechada Winslet, en cuanto se queda libre y desconsolada, acude inmediatamente corriendo a ser el hombro donde esta pueda consolarse, sin mostrar siquiera un ápice de amor propio. Muy mal.