Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Kaori:
2
Western Terminada la Guerra de Secesión (1861-1865) y después de haber sobrevivido a una matanza de los indios, el ganadero Tom Dunson (John Wayne) y su hijo adoptivo Matthew Garth (Montgomery Clift) proyectan trasladar diez mil cabezas de ganado desde Texas hasta Missouri. Nadie hasta entonces había intentado una operación de tal envergadura. (FILMAFFINITY)
3 de agosto de 2012
14 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me puedo creer que «Río Rojo» cuente con un ocho (¡!) de nota media. De verdad que no puedo creérmelo. Buscaré un río, aunque sea azul, para tirarme y nadar contracorriente.

A ver, que sí, que es el debut de Montgomery Clift y está guapo como creo que no le he visto nunca. ¿Tenía realmente esos ojos? Porque que ojos azules (¿o verdes?) los del muchacho, que impresionante es verle en color. Y sí, John Wayne haciendo de John Wayne está muy bien, como siempre. Que es verdad, lo acepto, la idea es buena; sólo la idea: el largo viaje de unos vaqueros y la antítesis de las distintas personalidades que provoca conflictos entre ellos. Esto podría haber dado de sí, pero qué va.

Empieza con una hora más o menos que es bastante plomiza; yo no sé por qué tardan tanto en emprender el viaje, por ejemplo. Luego empieza la marcha... y sigue siendo plomiza, sin ritmo, sin emoción, sin cohesión, sin fluidez. Después de media hora más parece que la cosa va tomando forma con ciertos acontecimientos. Llegados a este punto, ocurre lo que tiene que pasar, sin estar para nada justificado, y la película entra en otra fase de completa absurdez. Lo más destacado de esta etapa es la aparición de Tess, un personaje más chulo que cualquier pistolero y, al mismo tiempo, denigrante hasta la nausea. Hombre, yo entiendo que si en medio de ninguna parte te encuentras con Montgomery Clift te fijes en él, pero lo que la chica hace es perder la cabeza por completo. Si hasta le incita a que le pegue en la boca si lo cree necesario. Ole ahí.

Con el desenlace, lo absurdo se convierte en desvergüenza directamente, porque el comportamiento de Tom es para empezar a darle y no parar. Hijo de mi vida, ¿tanto para tan poco? Han muerto hombres por su culpa, ¿y todo el mundo se queda tan pancho? No, si encima se echan unas risas. Al muerto que ha quedado tirado en el suelo no le debe de hacer ni chispita gracia. A mi tampoco.

En fin, que yo no sé qué criterios se emplean, pero este notable es una barbaridad. Una injusticia de tantas.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow