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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
7
Comedia. Romance. Ciencia ficción Un científico obsesivo y una naturalista descubren a un hombre que ha nacido y se ha criado en estado salvaje. Mientras el científico intenta educarlo, su amante lucha por preservar los instintos simiescos del hombre, porque según ella, representan la libertad. En medio de esta lucha por el poder, surge un insólito triángulo amoroso. (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2006
26 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como siempre, en los films guionizados por Kaufman, sus relatos suelen ser el principal y particular engranaje para dar pie a una historia realmente increible, atípica e irónicamente interpretada, además de estar compuesta por secuencias realmente difíciles de digerir, pero repletas de inteligencia y sugestivas reflexiones. Quizá, como ya suele suceder en los relatos del oscarizado guionista, en algún momento, es posible que se pierda en los típicos excesos que ya caracterizan a Kaufman, sin embargo, consigue un trabajo realmente loable donde explora el lado más oscuro y desestimable del ser humano.

El film en sí, viene a ser un magnífico alegato en contra de los peores defectos y las más claras carencias del ser humano y la sociedad en la cual convive, dejando al destape trechos como la superficialidad o la vacuidad que rodean al único ser "racional" del planeta.
Inusualmente divertida y mordaz, esta comedia sirve, principalmente, como aliciente para introducirnos en la cara más amarga y desaprensible de las personas, siendo un trabajo más que interesante y desenvolviéndose de un modo extravagante a la par que sorprendente, aun y conteniendo algún que otro momento abusivo en el uso de recursos narrativos.

Pese a su endeble y desafortunado inicio, donde la narración es un tanto cargante, y se nos presentan a los personajes con demasiada prisa y sin ofrecer demasiada atención en ellos, el realizador francés Gondry, consigue realzar el vuelo de su obra, otorgándole algunas virtudes como son lo ameno de la propuesta o la retórica de una cinta agradablemente sorprendente. Otro de los puntos fuertes de la dirección, son la estética que el director le otorga al film en todo momento, muy acertada y un vigor visual que propina fuerza a las imagenes.
Todo ello acompañado por unos personajes entrañables y repletos de defectos, interpretados algunos de ellos con más rigor que otros, destacando por encima de todos Nathan (donde la actuación de Tim Robbins es simpática y soberbia) y Puff (desarrollado con talento por Rhys Ifans). Los menos destacables serian los personajes femeninos que, dando lugar a situaciones tan interesantes como, en otras ocasiones, inoportunas, consiguen tener un peso específico en la película y están bien caracterizados por Patricia Arquette y Miranda Otto (aunque esta, en ocasiones, resulte cargante en exceso y demasiado tópica como personaje), pero no llegan a cuajar como deberian en la obra.

De este modo, y con un equipo bastante solvente, Gondry logra una cinta realmente aguda en ciertos puntos de la misma, con una narración tan dispar como deshinibida, unos personajes verdaderamente acertados y un estilo interesante que, sustentado por otro gran guión de Kaufman, consiguen transportarnos a un film de buena calidad y, desgraciadamente, infravalorado a día de hoy.
Grandine
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