Pueblo pequeño, infierno grande.
Tonto de capirote, cara de pan Cusack (abogado de la mafia), se une a imbécil integral, cara de berza Thornton (distribuidor porno), y asolan la ciudad. La pareja infame, "el cerebro y los huevos", dejará a su paso un reguero de dolor y devastación. A la fiesta se unirán la inevitable "femme fatale", el amigo capullo, el malo pestiño y de tebeo, la ex mujer pérfida y viciosa, putas, matones, policías lelos, hijos insoportables...; una fauna pavorosa y pueblerina, de cine negro cochambroso.
Buen comienzo y brillante final. El problema está en el desarrollo: inverosímil y ridículo, lleno de situaciones sin sentido.
Humor negro, diálogos ingeniosos e inteligentes (se nota la mano de Benton, buen guionista, y Russo, buen escritor) y prestigiosos actores.
Acidez, estupidez y baño de sangre.