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Voto de Nesinho:
9
Drama. Bélico En plena guerra civil de un país africano, el pequeño Agu (Abraham Attah), separado de su madre, pierde al resto de si familia y se convierte en un niño soldado, manipulado por un temible señor de la guerra, el Comandante (Idris Elba), que le enseñará a matar y le instruirá en los caminos de la guerra. (FILMAFFINITY)
17 de octubre de 2015
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil describir la variedad de sensaciones que uno obtiene al finalizar el visionado de este filme. Las muestras de inhumanidad, barbarie y falta de esperanza son captadas a la perfección por una cámara que parece hasta sufrir ella misma de lo que está grabando.

Cary Fukunaga ha demostrado tener un talento fuera de lo común, un aire fresco a una industria siempre ávida de nuevas formas de hacer arte. Su fotografía, el uso de los planos y su introspección en los personajes se acerca a niveles de obra maestra. Lo demostró con creces en True Detective y ahora lo ha sabido llevar más allá en una película sobre un tema controvertido y ,sobre todo, muy duro de visualizar.

Desde nuestro sillón comprobamos como la vida es tan distinta a sólo unos miles de kilómetros de distancia. De cómo la sinrazón de unos pocos, modifican el destino de personas buenas, valientes, héroes de verdad. La angustia que siente Agu, el protagonista, ante estos trágicos sucesos, es traspasada al espectador cuando el pobre joven se encuentra perdido en esa selva. El director capta de forma magnífica la desesperación y por otro lado, el instinto de supervivencia, no sólo literal, si no emocional. De como el ser humano necesita seguir pese haber sufrido lo dolorosamente inconcebible.

Ese es sólo un ejemplo de cambios drásticos en la vida de nuestro joven protagonista que se darán a lo largo de la película. Es esa visión desde dentro la que hace a esta película especial. La que nos da duros golpes al sentir desde una perspectiva más cercana el sufrimiento que el protagonista y alguno de sus entrañables compañeros de viaje como el inolvidable 'Strika'. Como si nos estuviese pasando a nosotros mismos y ese viaje hacia el abismo nos arrastrase con ellos. De como la patología de ese mismo Strika, que se ha quedado sin habla, cobra todo el sentido al sufrir en sus carnes el atropello a su vida. Pero que a pesar de todo, aún mantiene la ternura necesaria para consolar a su compañero tras todas las atrocidades y durísimos momentos.

Podría dar muchos más ejemplos de escenas magistrales a lo largo de la película pero no se trata de citar puntuales momentos. Es todo un conjunto, una atmósfera aterradora que por desgracia no es tan ficción como debería ser. Esperemos que esta pequeña pieza sirva también para que la gente tome más conciencia de las pesadillas cometidas en lo que fue la cuna de la humanidad y que los gobiernos de occidente dediquen más presupuesto a ayudar y aliviar tanta desgracia.

En definitiva, estamos ante una de las mejores películas del año. Un golpe en la mesa de un director que empieza a consolidarse como uno de los mejores talentos de esta era, con méritos propios. También, destacar las actuaciones. Increíble puesta en escena del debutante Abraham Attah, muy creíble en su papel, y por supuesto un gran actor como Idris Elba que no deja de dejarnos actuaciones sobresalientes. Y por último, una muestra de producir cine diferente, con un formato más absequible que puede convertirse en tendencia en los tiempos que vienen. Una buena noticia para todos, ya que pienso que tanto este formato como el tradicional son compatibles.
Nesinho
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