El británico Mick Jackon (74) años ha forjado su carrera en la televisión de su país donde cosechó sus mejores éxitos. Su paso por Hollywood en la década de los 90 dejó un par de títulos cuya calidad no estuvo a la altura de su comercialidad (“El guardaespaldas”, “Vulcano”). Probablemente sea este film que nos ocupa su mejor trabajo para la gran pantalla-

Film de narrativa académica, sobrio, eficaz, al servicio de la historia que quiere narrarnos, de ecos televisivos que juega su mejor baza en la tripleta protagonista, cuya solvencia actoral contrastada se acrecienta con el impecable trabajo en sus respectivos roles.

Basada en los hechos reales de la demanda interpuesta ante un tribunal británico a finales de los 90 por el escritor inglés David Irving por las acusaciones de negación del Holocausto que vertió sobre algunos de sus escritos y declaraciones públicas la historiadora estadounidense Deborah Lipstadt. Según la legislación inglesa sobre el libelo es el acusado quien tiene que justificar o rebatir la carga de la prueba. Así lo hizo en el juicio celebrado en el año 2.000 sin jurado ante el juez Charles Grey que argumentó para la historia su fallo en una histórica sentencia de 334 páginas.
Este varapalo legal sirvió de referencia para todos aquellos que aún ponen en entredicho o niegan una de las mayores barbaries sistematizadas del ser humano hace menos de 100 años, genocidios que siguen lamentablemente repitiéndose al amparo de guerras y bajo modalidades diferentes en buena parte del mundo.

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