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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
8
Drama. Romance En el Tokio de 1885, Kikunosuke Onoue, hijo de un prestigioso actor, descubre desolado que es aplaudido únicamente por ser el heredero de su padre y que, en realidad, el público se mofa de sus interpretaciones. La única persona que se atreve a ser sincera con él es Otoku, la niñera de los hijos de su hermano. Pero precisamente por ello es despedida, y a Kikunosuke le prohiben verla por temor a los rumores que se desatarían por su ... [+]
13 de octubre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca es tarde cuando la dicha es buena. Sabía de Mizoguchi como uno de los componentes que conformó la triada clásica de maestros del cine japonés, junto con Ozu y Kurosawa, pero hasta la fecha no había tenido la ocasión de ver ninguno de sus trabajos y como me ocurrió con Ozu, la espera ha merecido la pena.
La copia no estaba en buen estado pero aún así, este melodrama ambientado a finales del XIX de más de dos horas de duración destila aromas y atmósferas embriagadoras a un ritmo pausado donde el estilo personal de Mizoguchi, innovador en muchos aspectos, nos convierte en testigos invisibles a media distancia, de lo que ocurre, observadores privilegiados que asistimos con reverencial silencio a la fuerza y al drama personal y social contenido en una sociedad donde las formas difieren de nuestro mundo occidental pero el fondo tiene siempre elementos comunes, en la discriminación de la mujer, la lucha de clases y la hipocresía de quienes temen perder su estatus por relacionarse con aquellos que rompen las normas establecidas.
Así la bella historia de amor incondicional se funde con la crítica social y el documento cultural del mundo del teatro popular Kabuki en una de sus diferentes fases.
Ausencia de primeros planos, travellings contrapicados, un plano por escena y una utilización de los elementos escenográficos como filtro y parapeto para observar a los personajes y sus acciones mediante la profundidad de campo y el fluido movimiento de la cámara, son algunos de los recursos que utiliza para dejar su firma personal.
Es de suponer que la venta de su hermana como gheisa por un padre despótico debió de influir en el tratamiento y el cariño que despliega ante el personaje de Otoku, paradigma del estatus y sacrificio del género femenino, que aún sigue coleando en cualquier nación del mundo en mayor o menor medida.
Fue una de sus primera películas de éxito a pesar de llevar más de 70 filmadas en la década de los 20. A partir de aquí supongo que me queda mucho por disfrutar con su cine
ELZIETE
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