Ni frio, ni mucho menos calor me provoca esta última entrega de Ozon sobre este amor entre adolescente que miran a la vida y a la muerte de forma diferente. Sobre ese primer despertar en tiempos veraniegos y la huella perenne y generalmente agridulce que deja hay una extensa filmografía desde aquel "Verano del 42" (Robert Mulligan / 1971) hasta "Call me by you Name" (Luca Guadagnino / 2017) por citar dos ejemplos con mayor fortuna que la que nos ocupa.

Más allá del carisma visual de sus dos protagonistas, el guion se queda muy en la superficie y la trama de thriller poco aporta al conjunto, más bien resta metraje a profundizar en la relación entre estos dos chavales y su formas de entender la vida. Los personajes secundarios están a medio cocer y a medida que pasan los minutos me recreo en la luminosa fotografía de Hichame Alaulé, a la espera del previsible final. Lo cual no quita merito a la dirección de Ozon al que no vamos a descubrir ahora.

Adaptación con tintes biográficos de la novela "Baila en mi tumba" (1982) del reconocido autor británico de literatura infantil y juvenil Aidan Chambers (1934)

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