La mítica fotografía de Ramon Massat del año 59 con el seminarista Lino Hernando en plena estirada de guardameta enfundado en su sotana bien podría ser un fotograma de la película que nos ocupa donde la fotografía sobresaliente en blanco y negro de Jurak Chipik, los estudiados encuadres y el soberbio puntaje musical de Cristian Lolea y Miroslav Toth conforman una dramática y estética atmósfera opresiva en un seminario de la Checoslovaquia comunista de principios de los ochenta del pasado siglo.

La presión y el control que ejerce el poder comunista sobre la institución católica cristalizado en la organización "Pacem in terris" colaboracionista con el gobierno, choca con los jóvenes seminaristas que se adhieren a "la resistencia clandestina" adscritos a la información occidental y al Vaticano. La brutal represión no se hace esperar y el miedo vuelve a ser determinante a la hora de luchar o rendirse ante el más fuerte en un dilema moral de imprevisibles consecuencias. La película colombiana "Salvador" (Cesar Heredia Cruz / 2020) viene a plantear el mismo fondo de la cuestión aunque en su caso el poder sea de otro signo.

Excelente cine autoral con una potente narrativa visual. En el debe un guión algo confuso y unas interpretaciones supeditadas al aspecto formal.

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