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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
7
Cine negro. Intriga. Thriller Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Harry Morgan y Eddie son dos marineros que tratan de ganarse la vida en la isla de la Martinica alquilando su barco de recreo. Pese a sus reticencias, finalmente se verán obligados a trabajar para la Resistencia. (FILMAFFINITY)
2 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mitología cinéfila ha puesto en un pedestal, ya inamovible a una cinta, a mi juicio, sobrevalorada.
Primero la "boutade" del consagrado Hawks al decirle a su amigote Hemingway que convertiría en un éxito la peor de sus novelas. Ni fue tal éxito como hubiera deseado Hawks ni se ciñó al original más que en el esbozo del personaje principal y algunos secundarios.
En definitiva fueron los deseos de la Warner de estirar sin pudor y plagiándose a si misma el éxito, ese sí, de la cinta inmortal de Curtiz "Casablanca".
La maestría y buen hacer de Hawks vuelven a salir a la luz a la hora de manejar la cámara y la planificación en base a un guión retocado por la censura del Código Hays (no podía transcurrir en Cuba ni ser tan sensual) y cumplidor con el espíritu patriótico al seguir todavía en plena guerra mundial. Hawks redunda en sus temas preferidos como la camaradería y la amistad, el valor desprendido e individualista de sus héroes, etc. Cuenta con guionistas de lujo, dado que Hemingway se desentiende del asunto a pesar de que la publicidad le utiliza descaradamente y nada menos que Willian Faulker junto con Jules Furthman cargan las tintas, no tanto en la trama general que adolece de baches notables (los números musicales, los cuidados médicos de Bogart al herido), sino en los brillantes y acerados diálogos entre la novata e inexperta Bacall y un Bogart que hace muy bien lo que sabe hacer muy bien.
El gran acierto de Hawks que a la postre hizo inmortal la cinta fue en apostar por la debutante Bacall con la que llevaba ejerciendo de Pigmalión un año pagándola un sueldo a la espera de colocarla en un proyecto que la convirtiera en estrella y que había llegado hasta él desde la otra costa gracias a una carambola en el que estaban implicadas su mujer y creo recordar una secretaria personal o algo parecido.
Al final lo consiguió, pero lo que no había previsto es que aquello, como en "Casablanca", fuera el comienzo de más que una gran amistad entre Bogart (con problemas en su matrimonio) y una jovencita de 19 años que no quería ser la marioneta de nadie. Hawks hizo lo que pudo por impedirlo, sin éxito y de rebote se lió con Dolores Moran quien pagó los platos rotos pasando a un segundo plano del que nunca se recuperaría.
Pero es que la imagen inusual de femme fatal que proyectaba Bacall en esa época era de un magnetismo inigualable. Esta imagen y la etiqueta de señora de Bogart la catapultó al Olympo al tiempo que constituyó un lastre que afortunadamente supo superar con el paso del tiempo.
La guinda la puso un Walter Brennan que ya por entonces cargaba con tres Oscars (aún no superado, si igualado, por ningún actor), en una composición de personaje inolvidable, y al que le quedaba cuerda para rato para seguir maravillándonos con sus entrañables personajes.
La leyenda de la película siguió retroalimentándose con el paso de los años basándose sobre todo en la relación de Steve y La Flaca (apodos tomados de Hawk y su mujer) tan mítica a la vez que diferente como la de Rick e Ilsa en "Casablanca", llegando a mimetizarse cosas como que el guión se escribía sobre la marcha o las famosas frases que nunca se dijeron. En este caso: "Si me necesitas silba". Como dijo no se quien: "No dejes que la realidad te estropee una buena historia".
ELZIETE
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