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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
6
Documental En el año 2000 Terry Gilliam intentó llevar el Quijote a la gran pantalla en un proyecto llamado "El Hombre que Mató a Don Quijote". Sin embargo, una serie de desgracias para la historia del cine hace que nos tengamos que conformar con el documental "Lost in la Mancha" de Keith Fulton y Louis Pepe sobre el rodaje de éste magnífico sueño de Gilliam en España. En él veremos como los técnicos se desesperarán por el modo de trabajar de ... [+]
4 de octubre de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pobre Terry Gilliam, ese ex Monty Python kamikaze, dominado por una desbordante imaginación incontenible que no puede evitar intentar plasmar en celuloide, caiga quien caiga. Y en este caso, todo lo que pudo caer, cayó. Y de qué manera.

El proyecto soñado de su vida, una reinterpretación de "Don Quijote de la Mancha" bajo su extravagante prisma particular, se fue al garete por una serie de catastróficas desdichas que diríase fueran cosa de vudú. Lluvias torrenciales, irrupciones de cazas aéreos arruinando con su estruendo una escena tras otra, interiores que no eran estudios sino almacenes de carga, inversores tránsfugas, Quijotes herniados, Dulcineas indispuestas... tal cúmulo de desgracias concatenadas que cualquier persona cabal no haría sino tirar la toalla; pero ahí está Gilliam, erguido en la intemperie, batallando contra viento y marea, haciendo frente a las adversidades con empeño, ilusión y terquedad, como el hidalgo manchego empeñado inútilmente en derrotar a esos gigantes con aspas en lugar de brazos.

El cómo no se hizo "The man who killed Don Quixote" es un documental la mar de curioso para ver cómo se mueven los entresijos de un rodaje, las diferentes etapas en la creación de lo que se supone llegará a ser celuloide; sí, sí, celuloide, películas, esas cosas que desde la comodidad de nuestro asiento y pose de sobrados solemos despellejar con alevosía y nocturnidad en estas páginas.

Y no es más que un trabajo, un trabajo de cojones, que depende de múltiples factores: director, guión, actores, clima, financiación, beneplácito de los productores y mil y un equilibrismos hasta llegar a ese resultado final llamado film. Al amigo Terry no pudo torcérsele más la cosa, y así lo vemos: con drama, humor negro, esperanza, desilusión, alegría y frustración; la odisea de un cineasta irreductible pese a todo, empeñado testarudamente en cristalizar la obra de sus sueños, aunque éstos no hagan sino estrellarse una y otra vez contra los molinos de la puta realidad.

Siguiente intento: 2011 con Ewan McGregor y Robert Duvall. Recemos.
RandolphCarter
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