La frase es más o menos así y aunque no resume exactamente la película se me vino a la cabeza cuando vi al cura hablando por la TV. Lo que salva la película es la atmósfera casi opresiva que crea y un cierto toque diferente porque yo me pensaba que iba a ver algo tipo «La morada del miedo» de Ryan Reynolds y al final nada que ver salvo por el cuerpazo de Ethan Embry.

No entiendo por qué este hombre no tiene más fama, a mí siempre me ha gustado, cómo lo hace y físicamente, no es que sea un adonis pero es guapete y en esta película se ve que lo hace bien, quiero decir que es capaz de interpretar cualquier cosa y salvo la secuencia del coche que no me convenció por lo demás muy bien aunque de pintor ya hizo también en «They» (2002) —si no recuerdo mal— pero no era un personaje tan oscuro como aquí.

La banda sonora no está tampoco mal, no es que me apasione el metal pero alguna canción o un álbum de vez en cuando no me molesta e incluso he llegado a escuchar algunos muy buenos. Tengo que decir que eché en falta más canciones del estilo porque si bien cuando empieza la película las hay, a medida que va acabando se pierde en favor de una banda sonora instrumental o «score» más clásica.

Total, una película algo diferente con una buena atmósfera y que no se hace aburrida, un seis.