Adam McKay director de las dos del Reportero se pone tras las cámaras para dirigir de nuevo a Will Ferrel al que se le suman John C. Reilly —«Carnage»—, Gary Cole, Jane Lynch, Leslie Bibb —«Hell baby» (2013)—, Sacha Baron Cohen, David Koechner e incluso Amy Adams en una película sobre un conductor de carreras NASCAR que después de sufrir un accidente tiene que recuperar la fe en sí mismo para volver a ponerse detrás de un volante.

La película técnicamente hablando es impecable, las carreras están bien hechas y se nota que hay presupuesto detrás. El problema principal es que si estás correindo en un coche las escenas de humor son, por no decir nulas, muy escasas. A mí la verdad es que me ha parecido muy sosa, muy poco cómica, muy poco absurda. Le hubiese venido mejor un humor tipo el Reportero pero se optó por algo más suave y aunque hay escenas graciosas la mayoría no lo son.

Los actores de nuevo dan lo mejor de sí, destacaría sobre todo a Leslie Bibb porque se marca un papelón del quince y destacaría a Amy Adams por un papel que no entiendo demasiado qué hace ahí, imagino que es otra de esas actrices negras que salen de vez en cuando y no entiendes muy bien por qué. Los demás bien y Koechner otra vez casi sin papel. Me gustó también que Sacha interpretara a un piloto homosexual y que saliera con su pareja.

En el sitio de agregado de críticas tienen un sesenta y seis lo que indica críticas generalmente positivas hacia la película y en la tomatá un setenta y dos además de un certificado de calidad de la editorial que no entiendo muy bien ya que hace falta setenta y cinco lo que indica que según ellos esta película merece ese calificativo aun teniendo menos. Por aburrida y sosa yo le pondré un cuatro, se puede ver entera pero es aburrida por momentos.