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Voto de Jimbey:
2
6.7
27,820
Thriller. Intriga
Adrián Doria, un joven y exitoso empresario, despierta en la habitación de un hotel junto al cadáver de su amante. Acusado de asesinato, decide contratar los servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país. En el transcurso de una noche, asesora y cliente trabajarán para encontrar una duda razonable que le libre de la cárcel. (FILMAFFINITY)
12 de octubre de 2017
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película tiene la pretensión de causar un gran efecto final y hace aguas desde el primer momento. En su intento tiene un guion que se cae por si solito ayudado con las interpretaciones y para obtener lo que pretende el propio guion dinamita la película con multitud de pistas. En cuanto al para mí, tremendo fallo de guion, lo comento en la zona spoiler.
Personalmente solo me ha gustado la interpretación de José Coronado.
Personalmente solo me ha gustado la interpretación de José Coronado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En esta película el hecho de que la preparadora de testigos sea la "mala" o la que va en contra del acusado es evidente desde el primer momento. No hace falta conocer a la actriz y reconocerla para darse cuenta de que Virginia tiene una implicación emocional con el muerto. Puede despreciar a su cliente, pero hace constantes gestos que ponen de relieve que hay una relación con el muerto y no solo eso, el comportamiento de ella no es normal. Son esas cosas lo que hace que el personaje no sea creíble. Desde el primer momento despierta la alerta sobre el personaje y creo que a pocos sorprende al final. Incluso está mal presentado en escena.
Es un personaje crucial para una buena defensa penal y resulta que el acusado ni la conoce. Se presenta en su casa sin el abogado del acusado que es quien la ha contratado, a diferente hora, haciendo demasiados gestos. La seguridad que debe tener un personaje así cae por esas miradas, a la tele, a las ventanas, a la casa de enfrente donde es evidente que pasa algo o por sus expresiones cuando el acusado dice algo impactante, y el interés que muestra por el chico, al que no se refiere como el muerto, cuando el acusado le cuenta que se llevó el coche:
- ¿Qué hizo con el coche?
- Lo sepulté.
- ¿Al chico también? ( Y al preguntar esto la preparadora ya está trastocada)
Pero para mí el fallo más grande del guion es que cuando la preparadora consigue que el acusado marque en el mapa el lugar donde está el cadáver lo hace diciéndole que el testigo sorpresa del fiscal es el conductor. Es decir, se salta a la torera todo el hecho de que al acusado lo están juzgando por la muerte de su amante, no por la muerte del chico. La trama relaciona ambas muertes, pero no la justicia. Si el acusado no habla en el juicio de la muerte del chico, ésta no saldría de ninguna manera durante la causa. La muerte del chico es la base de la defensa que está defendiendo la preparadora haciendo que los padres tengan un móvil que pueda justificar el asesinato de la amante. Los detalles de ese asesinato no los sabe la preparadora que lo primero que hace es tratar de que el acusado cuente lo que pasó con el chico, indicándole que hay que estar preparado para que en el juicio salga ese tema. Pero el fiscal solo le está juzgando por la muerte de la amante. Es esa muerte no hay razón para que el acusado tema al conductor.
Por eso cuando la preparadora le hace que señale en el mapa donde está el cuerpo poniéndole contra las cuerdas por el conductor, se ve que ella oculta algo y vuelve a ser más evidente que su interés es encontrar el cuerpo, al margen de que sea la madre o no.
Por si fuera poco la trama se sustenta en pruebas falsas para engañar al espectador, como la foto trucada en el hotel, el falso relato del acusado que se porta como si fuera tonto casi toda la película, hasta que se desenmascara, el falso relato de la preparadora en el que pone al padre saliendo por la cornisa, etc.
Eso si, menos mal que el acusado cae en la trampa que le pone la preparadora y confiesa porque la ve capaz de librarle de la condena, añadiendo que además le tiene que librar del pequeño detalle de que estaba vivo en el maletero cuando hunde el coche. Ahí la falsa preparadora también se hunde y da señales luminosas.
Es más, el hecho de que al acusado haya matado a su amante, pasa sin pena ni gloria. Y la otra, quitándose al maquillaje en el edificio de enfrente carece de fuerza. Casi todo el mundo ya lo sabía. Muy lejos de La Huella de Joseph L. Mankiewick, cuando Michael Caine se quita el maquillaje.
Es un personaje crucial para una buena defensa penal y resulta que el acusado ni la conoce. Se presenta en su casa sin el abogado del acusado que es quien la ha contratado, a diferente hora, haciendo demasiados gestos. La seguridad que debe tener un personaje así cae por esas miradas, a la tele, a las ventanas, a la casa de enfrente donde es evidente que pasa algo o por sus expresiones cuando el acusado dice algo impactante, y el interés que muestra por el chico, al que no se refiere como el muerto, cuando el acusado le cuenta que se llevó el coche:
- ¿Qué hizo con el coche?
- Lo sepulté.
- ¿Al chico también? ( Y al preguntar esto la preparadora ya está trastocada)
Pero para mí el fallo más grande del guion es que cuando la preparadora consigue que el acusado marque en el mapa el lugar donde está el cadáver lo hace diciéndole que el testigo sorpresa del fiscal es el conductor. Es decir, se salta a la torera todo el hecho de que al acusado lo están juzgando por la muerte de su amante, no por la muerte del chico. La trama relaciona ambas muertes, pero no la justicia. Si el acusado no habla en el juicio de la muerte del chico, ésta no saldría de ninguna manera durante la causa. La muerte del chico es la base de la defensa que está defendiendo la preparadora haciendo que los padres tengan un móvil que pueda justificar el asesinato de la amante. Los detalles de ese asesinato no los sabe la preparadora que lo primero que hace es tratar de que el acusado cuente lo que pasó con el chico, indicándole que hay que estar preparado para que en el juicio salga ese tema. Pero el fiscal solo le está juzgando por la muerte de la amante. Es esa muerte no hay razón para que el acusado tema al conductor.
Por eso cuando la preparadora le hace que señale en el mapa donde está el cuerpo poniéndole contra las cuerdas por el conductor, se ve que ella oculta algo y vuelve a ser más evidente que su interés es encontrar el cuerpo, al margen de que sea la madre o no.
Por si fuera poco la trama se sustenta en pruebas falsas para engañar al espectador, como la foto trucada en el hotel, el falso relato del acusado que se porta como si fuera tonto casi toda la película, hasta que se desenmascara, el falso relato de la preparadora en el que pone al padre saliendo por la cornisa, etc.
Eso si, menos mal que el acusado cae en la trampa que le pone la preparadora y confiesa porque la ve capaz de librarle de la condena, añadiendo que además le tiene que librar del pequeño detalle de que estaba vivo en el maletero cuando hunde el coche. Ahí la falsa preparadora también se hunde y da señales luminosas.
Es más, el hecho de que al acusado haya matado a su amante, pasa sin pena ni gloria. Y la otra, quitándose al maquillaje en el edificio de enfrente carece de fuerza. Casi todo el mundo ya lo sabía. Muy lejos de La Huella de Joseph L. Mankiewick, cuando Michael Caine se quita el maquillaje.