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Voto de Filiûs de Fructüs:
7
Western Un grupo de veteranos atracadores de bancos que viven al margen de la ley y que actúan en la frontera entre los Estados Unidos y México, se ven acorralados a la vez por unos cazadores de recompensas y por el ejército mexicano. (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahí reside la gran fuerza de 'Grupo Salvaje'. Bueno, no, también reside en muchos otros aspectos: en el reparto de auténtico lujo, un grupo de puros profesionales que no interpretan, simplemente ahí están, apoderándose de sus personajes y dotándoles de una vida que no desean. También uno puede fijarse en la tremenda BSO, especialmente en la escena en la que los habitantes de Agua Verde, quizá conscientes del futuro del grupo de Pike, les cantan como adiós 'La golondrina'. ¿Qué más se puede pedir? Ya que estamos una buena historia, y 'Grupo Salvaje' la tiene. Guión, fotografía, montaje, interpretaciones, dirección, todo está a un altísimo nivel, haciendo de 'Grupo Salvaje' uno de los westerns con más fuerza de la historia. Y uno de los más atípicos. La dirección y el montaje, ahí quería dirigirme. Sobria, elegantísima, la cámara de Peckinpah está en buenas manos. Pero lo que de verdad impresiona es su montaje. El montaje definitivo. Y para comprobarlo podemos visionar cualquier tiroteo de la película y, sencillamente, disfrutar. El final es antológico, un prodigio, uno no tiene palabras para explicar lo que está viendo. ¡Qué dominio!¡Qué bien llevado está! Lo dicho, el tiroteo final me parece de lo mejorcito que he visto nunca en cuando al montaje del mismo.

Pero ciñéndonos a la historia, que es lo que nos importa. Al principio del film, y a modo de presentación actoral, vemos como el grupo de forajidos con el que acabaremos empatizando llegan a un pueblecito. Pasan por delante de unos niños. Ellos ríen, parece que realmente son felices, que disfrutan. Peckinpah nos acerca un poco más hacia esos niños, de mirada inocente, casi angelical. El pasatiempo que vemos es desgarrador, se dedican a lanzar escorpiones a un nido de hormigas. Los escorpiones son grandes, y mucho más fuertes, pero nada pueden hacer al final con una enorme multitud de hormigas (1). Al final los niños queman lo que queda de escorpiones y hormigas. Después del primer tiroteo y con nuestro grupo salvaje ya lejos del lugar del suceso, los niños vuelven con tranquilidad a la calle, juegan a que se disparan, nos disparan a nostros, a los espectadores. Esos niños beben de la violencia, la ven como un juego. ¿Y cuando crezcan? Pike y su grupo también fueron niños. Y puedo apostarme lo que sea que también mamaron de la violencia de su infancia. Por eso ahora no entienden otro modo de vivir la vida.

Sigue en spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Filiûs de Fructüs
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