La labor al desaprovechar a tanto y tan buen actor se lo debemos a un inexperto como malo James Mangold, que ni queriendo ha sabido destrozar este interesante film, donde Stallone intenta sobresalir entre tanto titán de la interpretación, De Niro, Harvey Keitel, un siempre irregular Ray Liotta, una buena Janeane Garofalo siempre en su línea etc, etc…
La película en su trama real trata sobre, la más que llevada al cine, corrupción dentro del cuerpo de policía, aquí una vez más ellos son los que mandan en un pueblo donde todos son del cuerpo, menos un Sheriff que está colocado a dedo por un jefe (Keitel) que maneja el cotarro, un decadente Sheriff que no puede ser policía por un defecto de oído y por ello vive amargado al ver como todos en el pueblo policías ellos, viven de sus experiencias y trapicheos, él tratado como si de una marioneta se tratara, pues es alguien que no estorba ni hace preguntas sobre lo que allí sucede, curiosamente como si de una ciudad sin Ley se tratara.
Lo peor como se ha comentado en alguna crítica es el final, pues a mi me recuerda a La Ley del silencio (excelente película), como casi toda la interpretación (buena todo sea dicho) de Stallone, que parece estar imitando a Marlon Brando.
En definitiva un film muy interesante y recomendable para ver varias veces, pudiendo apreciar detalles que en un principio se nos pudiese pasar y así disfrutar de grandes actuaciones de casi todos sus actores y actrices.