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España España · SEVILLA
Voto de montipito:
5
Drama Situada en 1936, Don Gregorio enseñará a Moncho con dedicación y paciencia toda su sabiduría en cuanto a los conocimientos, la literatura, la naturaleza, y hasta las mujeres. Pero el trasfondo de la amenaza política subsistirá siempre, especialmente cuando Don Gregorio es atacado por ser considerado un enemigo del régimen fascista. Así se irá abriendo entre estos dos amigos una brecha, traída por la fuerza del contexto que los rodea. (FILMAFFINITY) [+]
16 de julio de 2012
21 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
La escasa acción transcurre en un pueblecito de Galicia durante el periodo de la II República. El eje sobre el que pivota la narración es la relación de Moncho, un niño de 8 años, su hermano, aficionado al saxo, y el maestro republicano [Fernán-Gómez]. La descripción de la vida del pueblo es idílica y enternecedora vista desde los ojos del chavalín, que ahora se está abriendo a la vida y hace mil preguntas sobre el sexo al tiempo que espía los movimiento de los amantes para ver como se encabalgan los humanos. La población es feliz, totalmente integrada en las fiestas anuales del carnaval, las verbenas, las comidas en los prados. No hay ni un sólo atisbo de problemas sociales pese a la mala coyuntura económica que pasa la II República en estos años. Pero, sin previo aviso, toda la dulzura de la vida en el pueblo se rompe con la llegada de los nacionales que arrestan a los que se han distinguido por su republicanismo gozoso, los retienen en el ayuntamiento y los trasladan a no se sabe dónde para ser ejecutados. La población, antes respetuosa con estos hombres, ahora los abuchea y los denigra para mantener la supervivencia.

La intención del director es establecer una clara línea divisoria entre los años felices de la II República y las negras perspectivas que se avecinaban tras el golpe de Estado de Franco. Es lastimoso que se presente una versión tan escorada de estos años, dado que los problemas económicos, las insurgencias y los desmadres de los gobiernos del primer y segundo bienio fueron de coca y huevo. El director, aún reconociéndosele el valor de la fotografía y la conducción de actores, nos ha mostrado una República como si fuera un cuento de hadas. A estas alturas de la investigación hay que tener ganas de despistar.
montipito
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