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España España · MADRID
Voto de Spark:
7
Comedia Fletcher Reede es un abogado ambicioso y sin escrúpulos, que utiliza la mentira como un medio habitual de trabajo. Su hijo de cinco años, harto de promesas incumplidas, pide un deseo el día de su cumpleaños, que su padre no pueda mentir durante veinticuatro horas. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2021
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Comedia modesta y familiar al servicio de Jim Carrey y sus histrionismos, un Carrey que se encontraba en el punto álgido de su carrera tras las taquilleras "Ace Ventura" y "La máscara" de 1994. Fue en 1997 con "Mentiroso compulsivo", y un año después en la más honda y perfilada "El show de Truman", donde las muecas irrefrenables y los gestos dosificados del cómico de Canadá encajaron con mayor pericia y realce dentro de una trama de cierto ingenio argumental y desarrollo certero. Salvando las distancias con "El show de Truman, aquella aportaba más vertientes temáticas que la comedia ligera más pura mientras que "Mentiroso Compulsivo" es una comedia de enredo clásica para lo bueno y lo malo.

Fletcher Reede (Carrey) es un padre divorciado sin escrúpulos a la hora de justificar sus errores como ser humano. Se muestra como un abogado hipócrita y deshonesto con tal de ganar sus casos... mientras que en el terreno personal se escaquea de sus obligaciones y responsabilidades con mentiras continuadas. Todo cambia cuando su desencantado hijo (Justin Cooper) pida como deseo de cumpleaños que su padre no pueda mentir durante un día... y el deseo se cumple.

Esto genera una serie de situaciones hilarantes en su lugar de trabajo (donde la mentira es el pan nuestro de cada día), ya que el personaje se ve obligado a contestar a todo el mundo siempre con honestidad... desde al compañero poco agraciado hasta al juez de su caso más importante. Ya se pueden imaginar; coyunturas del día a día en las que todo adulto ha dicho alguna que otra mentirijilla para salir del paso, y trolas más monumentales de picapleitos quedan ahora al descubierto para horror tanto de Fletcher como de los secundarios que le rodean. La premisa es realmente perspicaz respecto a su género (y Carrey repitió la misma fórmula en 2008 con "Dí que sí" (admito que aun sin visionar), los Farrely también lo abordaron con "Amor ciego" (2001) y... hasta tenemos una especie de versión patria de "Mentiroso compulsivo" dirigida por Santiago Segura y protagonizada por Maribel Verdú ("Sin rodeos" (2018)) pero sin el acierto del reparto de "Mentiroso compulsivo" ni su tino a la hora de exponer los gags) y además explota su vertiente humorística con refulgente ingenio. Al guión le falta, eso sí, mimar más la dimensión de la moralina final y el terreno de amor paterno o romántico que no se escapa de su clichés más simplones, forzados e ingenuos (y es en esos puntos en los que la cinta decae (en especial en ese revisto desenlace de aeropuerto), por fortuna no gasta demasiados minutos en ellos). ¡Vamos que el guión de Judd Apatow, Stephen Mazur y Paul Guay no tiene un trabajo por todos sus ángulos como otros clásicos de la comedia familiar (como "El hijo de la novia" (2001), "La boda de mi mejor amigo" (1997), "Con faldas y a lo loco" (1959) o la saga de "Toy Story")!

El otro pero del largo es que hay instantes en los que la escena se alarga un pelín en las contorsiones made in Carrey y eso puede exasperar a todo público que no trague al actor... ni siquiera en ésta una de sus mejores películas.

Quitando esas pequeñas fallas "Mentiroso compulsivo" se conforma como una comedia evolutiva, llena de secuencias frescas en sus ocurrencias, con un desenfado irónico y co-partícipe, y con las dosis justas de descaro y sujeción. La cinta hace reír, y no solo en un primer visionado ya que aguanta una revisión de tanto en cuanto sin perder la complicidad y la ironía para con el espectador. Desde luego la inspiración en las actitudes y reacciones se da (destaco por supuesto el momento del juicio).

El elenco además es muy oportuno. En la parte "seria" de la historia tenemos a una Maura Tierney y a un Justin Cooper que resuelven a sus personajes pero no tienen material de renombre, mientras que la parte "cómica" del asunto es un completo descoque de secundarios que van dando la réplica a Carrey con gran nivel (Anne Haney, Jennifer Tilly, Amanda Donohoe y la galardonadísima Swoosie Kurt son las principales beneficiadas del guión y las que más provecho sacan a sus roles con gran regodeo y jarana). La realización por su parte es de lo más habitual pero no molesta (y lo mismo se puede decir de las notas de John Debney y James Newton Howard), sus planos siempre resultan orgánicos en el devenir del relato. Mientras que el vestuario y maquillaje son sencillos pero siempre pertinentes.

Así que estamos en definitiva ante una comedia ligera, que descuida o aparta bastante el resto de los aspectos que no tengan que ver con las risas que producen los embrollos y como reaccionan sus personajes. Pero desde luego aporta las risas y sonrisas irremediables de forma abundante. Muy recomendable a todo público que busque una comedia para todos los públicos (bueno, casi todos. Los más peques no pillaran un par de pullas, Y los que no puedan ver a Jim Carrey ni en pintura tampoco podrán aguantar bastantes segundos... y eso que tiene otras con mayor sobreactuación continuada (la saga de "Ace Ventura" de "Dos tontos muy tontos", "El Grinch" (2000), etc.))

Lo mejor: La secuencia entera del juicio. La escena del ascensor y su salida hasta el despacho.
Lo peor: La secuencia del...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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