Con un elenco de actores para quitarse el sombrero, la película es entretenidilla y ofrece "oficio", pero el guión es muy convencional y tiene puntos un tanto bochornosos, sobre todo en la manera de tratar la situación por parte de los "policías profesionales". Parece que todo el mundo es culpable y hay un montón de situaciones inverosímiles que no se resuelven demasiado bien, sino tirando demasiado de topicazos y de fantasía holliwoodiense.

Samuel L. Jackson cumple pero tampoco es para tirar cohetes... y Kevin no lo hace mal pero a veces da un poco de sonrojo la forma encauzar su papel. Está desaprovechado.

En fin, nada del otro mundo pero al menos pasarás un rato entretenido. Se merece el aprobado, y recordad que para mí el aprobado significa que al menos no te aburre y tiene cierto interés.